Tortellini de ricotta al limón y sugo de tomate
La primera vez que hice pasta casera y vi lo sencillo que era (por alguna razón me lo había imaginado mucho más complicado), decidí hacerme mi pasta siempre. Ni siquiera tenía una máquina de pasta, la estiraba con un rodillo, la enrollaba y cortaba para obtener tallarines. Con mis compañeras de piso experimentábamos con tinta de sepia, espinacas, cúrcuma etc. para darle colores y aromas distintos.