Cómo hacer pasta fresca

Hoy os hablamos de cómo hacer pasta fresca, porque si habéis probado pasta fresca alguna vez sabréis lo poco que tiene que ver con la pasta seca tradicional a la que estamos acostumbrados, la supera en todos los sentidos.

Pero si además esta pasta fresca es casera y recién hecha, subimos otro nivel de gusto y placer. La pasta fresca hecha en casa no solo tiene una consistencia distinta y más sabor en sí misma, sino que absorbe mucho mejor los sabores de las salsas y acompañamientos.

La pasta fresca se puede hacer en casa con diversos utensilios, que nos alivian más o menos trabajo:

1. A mano y estirándola con rodillo, como hacían las genuinas nonnas italianas.
2. Con máquina de hacer pasta casera, un sencillo artilugio que te refina y afina la masa de la pasta e incluso te la corta en las diversas formas.
3. Con un accesorio de robot para hacer pasta, como el que se puede acoplar en el robot KitchenAid.

La receta de la pasta fresca

La masa de la pasta fresca es una masa muy sencilla, pues en su versión más simple únicamente lleva huevos y harina de trigo duro (no sirve cualquier harina), en una proporción de 220 g de harina por cada 2 huevos medianos (o lo que es lo mismo, 110gr de harina por huevo que introduzcas), como nos muestran las hermanas Simili en el libro Pasta Fresca.

Este libro es un clásico de la cocina italiana y una guía imprescindible para iniciarse con fundamento en la preparación de la pasta italiana genuina, que os recomendamos encarecidamente. El libro es delicioso de leer porque parece que te lo está explicando todo tu abuela italiana.

Esta masa, que tras mezclar los ingredientes queda muy basta, hay que refinarla aplastándola con un rodillo y doblándola repetidas veces, pero este refinado se puede hacer muy cómodamente con una máquina para pasta fresca.

Libro "Pasta fresca" de las hemanas Simili y máquina Imperia (paso a paso de pasta fresca con mantequilla de trufa)

La máquina para hacer pasta casera

Una máquina para hacer pasta, como la máquina Imperia, consta de dos rodillos lisos que no solo refinan la masa preparada, que hay que hacer pasar repetidas veces por ellos hasta que tenga la finura y el espesor requeridos, sino que puede cortar la masa en forma de tallarines, espaguetis, etc.

Además, el proceso de hacer pasta con esta máquina manual que funciona con manivela atrae a los más peques, a los que siempre conviene involucrar en la cocina.

La máquina se sujeta a la mesa de trabajo con un tornillo de prensa y la masa se hace pasar repetidas veces por ella, hasta obtener el grosor deseado. Posee un accesorio para cortar la pasta en forma de espaguetis (2 mm) o fettucine (6,5 mm). Podéis ver su funcionamiento en nuestra receta de pasta fresca con mantequilla de trufa.

Si no vamos a consumir toda la pasta de inmediato conviene dejarla secar, para lo cual hay unos secadores de pasta muy cucos de la misma marca.

Con la máquina de hacer pasta igualmente puedes preparar sencillas láminas para hacer lasaña o incluso para usar en raviolis, como los que puedes hacer con este sencillo set de molde para raviolis con rodillo incluido. También puedes hacer los raviolis sin molde, cortándolos con un cortador de raviolis o cortar las láminas de pasta en forma de tagliatelle de bordes decorados con este rodillo cortador.

Como véis, el equipo que hace falta para hacer pasta fresca es sencillo y manual, si exceptuamos el accesorio para pasta de la KitchenAid. Y no sabéis el gustirrinín que da hacer tu propia pasta fresca. Pero sobre todo, lo que da más gusto es que el resultado es magnífico. Os dejamos dos últimas sugerencias de platos con pasta fresca del blog, unos tagliatelle de remolacha con salsa de gorgonzola y unos fettucine con berenjena y tomates cherry.