Muchos de nosotros ya tenemos una fondue en casa. Se ha vuelto un elemento ideal para regalar, y hace mucha ilusión tenerla. Pero también es cierto que hay quien la tiene aparcada y, la verdad, ¡Pienso que es una verdadera pena! La fondue es un utensilio culinario práctico -con el que puedes resolver una comida u cena rápidamente-, es divertido para los comensales, es fácil de preparar y de limpiar -importante, ¿A que sí?- y además por mi experiencia, favorece la comunicación y anima las comidas, ya que es, por así decir, una actividad en grupo, un plato para compartir, que llama a la conversación.