Muchos de nosotros ya tenemos una fondue en casa. Se ha vuelto un elemento ideal para regalar, y hace mucha ilusión tenerla. Pero también es cierto que hay quien la tiene aparcada y, la verdad, ¡Pienso que es una verdadera pena! La fondue es un utensilio culinario práctico -con el que puedes resolver una comida u cena rápidamente-, es divertido para los comensales, es fácil de preparar y de limpiar -importante, ¿A que sí?- y además por mi experiencia, favorece la comunicación y anima las comidas, ya que es, por así decir, una actividad en grupo, un plato para compartir, que llama a la conversación.
Así que, convencidos de que el uso de la fondue debe generalizarse más, aquí va el consejo que para mi es primordial: sácalo del fondo del armario donde lo tienes guardado, porque debe estar a mano, debe ser un utensilio tan a mano como la sartén u olla que tanto usas. Así la verás, te acordarás de que tienes ese recurso, y la usarás mucho más.
En segundo lugar, ya que a menudo querrás usarla, intenta tener siempre en la nevera quesos especiales para fondue, ¡U chocolate para derretir! O desmelénate un día que no todo es a guión fijo: ¿Por qué no usar nutella, un día? ¿O por qué no hacer chocolate caliente en lugar de chocolate de fundir?
Y por último, ten clarísimo que ¡Hay un montón de comida que puedes usar para sumergir en una fondue! No digas que no tienes nada para hacerla, porque desde hoy ese pensar ya no vale.
Dicho todo esto, creo que es buen momento para hablar de cómo preparar la fondue. Lo más habitual es hacer fondue de queso o fondue de chocolate. No es tan común, aunque es igual de delicioso y divertido, hacerlas de aceite. Pero vamos paso a paso.
Las fondues de queso se preparan con queso especial para fondue. Lo encontrarás en los supermercados, en refrigerados. Para prepararlo, sólo debes derretir el queso en el cazo de la fondue (eso lo haces en la cocina, de gas, vitro...). Cuando ya está derretido, lo colocas en el soporte de la fondue de vela, con la vela u aceite para fondue encendido para mantener el queso caliente. ¡Y ya está apunto para empezar a sumergir lo que tengas preparado!
Por otro lado, has preparado los alimentos que van a ser la combinación perfecta con el queso. Ya he dicho antes que muchos ingredientes van a valer aquí. Lo que te aconsejo es que lo que tengas pensado lo dejes en la mesa cortado a cuadritos o tiras. La mayoría de cosas se comen totalmente crudas, así la preparación de la mesa es tan rápida como la del queso!
¿Qué puedes sumergir en el queso? Los clásicos son el pan tostado y las verduras (espárragos, zanahoria, pimientos, ...). Pero como todo es cuestión de probar, puedes descubrir muchas cosas que quedan bien con el queso: nosotros también lo hacemos con judías verdes, champiñones, endivias, jamón serrano, aceitunas... ¡incluso la manzana queda estupenda!
Un secretillo: para ir variando el sabor del queso, puedes ponerle un poco de pimienta un día, otro día añadirle algo de romero, otro sazonar con otra especie o dejarlo de nuevo sin ningún añadido. Y en cuanto a los ingredientes, variará también el gusto de la fondue si un día son crudos y otro los pasas por la parrilla.
Está luego la de chocolate. El proceso es el mismo que antes: derretir el chocolate en la cocina, para mantenerlo caliente y líquido en la mesa con el calor de la vela. Hay quienes la preparan de postre, yo prefiero hacerlo los fines de semana por la mañana. ¡Así disfrutamos todos de un buen desayuno en familia! Qué sumergir en el chocolate es ya cosa de la imaginación más caprichosa. Desde la fruta más típica (fresas, plátano, manzanas, kiwi, sandía, naranja, ...), a los bizcochos más tiernos, pasando por sequillos, pan tostado, galletas tipo digestive, croissanes... y otras frutas como el melocotón, uvas o frutos rojos.
Las fondues de aceite, básicamente, son para freír los ingredientes. Lo importante es conseguir mantener bien caliente el aceite una vez en la mesa. Aquí, lo habitual es hacerlas de carne y pescado, que bien sumergidas se cuezan los trocitos en 30 segundos. ¿Vas a probar? De nuevo, todo vale. Carne de ternera, lomo de cerdo, atún, salmón... lo que te apetezca cortado en dados, y que tenga consistencia para que aguante dentro del aceite.
Ya véis que la fondue admite todo tipo de combinaciones. Unos preferirán unas, otros preferirán otras... pero si en la mesa hay una variedad suficiente de ingredientes, de seguro que todos encontráis la vuestra.
La verdad es que yo disfruto de la fondue. La disfruto comiendo, y también ver que es una forma diferente para que los críos coman verdura y fruta, aparte de que, como he dicho antes, ¡Une mucho a quienes están en la mesa!
Si no tienes ninguna en casa y te apetece comprar una fondue, ¡Tienes muchas para elegir! En casa tenemos la Savoyarde y Bourguignon de Le Creuset. Pesa mucho, pero es que ¡Es una fondue de hierro fundido! Eso también ayuda a retener mejor la temperatura. Y tiene un esmaltado que hace que no absorba la humedad, los colores ni los olores de los alimentos. Se limpia fácilmente -déjala en remojo con agua, y pasado un rato la limpiarás sin dificultad alguna. Es una gozada, y cuando la tienes delante queda claro que es una señora fondue.
También está la cerámica, preciosa fondue de Emile Henry, más económica y con un diseño tradicional que nos encanta. Muy ideal para fondues de queso y de chocolate. Aparte de la fondue y tenedores, incluye un libro de recetas, que siempre es divertido de ojear y coger ideas, ¿verdad?
Una novedad de Le Creuset no hace mucho, fue la fondue mini-cocotte. Es una pieza curiosa, elegante y, por qué no, graciosa. Tened presente que el cazo es una mini-cocotte, así que servirá para acompañar las comidas y cenas, más que poder hacer de la fondue un plato único. Es ideal para regalar, y para iniciarte en el mundo de la fondue si por ahora no tienes claro si vas a usarla. Y claro está que la mini-cocotte la puedes usar diariamente para presentar otras delicias en la mesa.
No acabaré el post sin antes hablar de la fondue que me tiene el corazón robado: la fondue de Kuhn Rikon: fue diseñada en Suiza y fabricada en Alemania, es de cerámica blanca, y la base es de madera de cerezo y una rejilla de níquel barnizado. Seguramente al ver la foto pensaréis que es bonita. ¡En directo diríais que es una preciosidad!
Comentarios
María Elena Espinosa de los Monteros dijo:
quiero saber donde adquirir una fondue de estas
CLaudia dijo:
Hola Chechu, menudo consejo, me encanta la idea! Con lo fans que son en casa del queso y la pasta, tendremos que probar! Gracias y un saludo!
Chechu dijo:
Si no lo habéis probado nunca, os aconsejo que un dia lo hagáis. Me refiero a utilizar, en la fondue de queso, pasta fresca rellena, tipo tortellini, cappelletti, agnolotti, raviolis o similares. Simplemente pincharlos e introducirlos un ratito dentro del queso, el tiempo depende de cómo guste más, es cuestión de ir probando el punto de agrado de cada cual, yo personalmente lo dejo apenas un minuto.
Saludos