Bizcocho de avellanas y pepitas de chocolate

Pocas cosas me gustan tanto como la combinación de avellanas con chocolate negro. Por eso este bizcocho de avellanas y pepitas de chocolate me ha robado el corazón. Por eso y porque tiene un tercer ingrediente maravilloso, que es la mantequilla dorada, brown butter o mantequilla noisette. La suma de todos ellos da un bizcocho con un sabor delicioso y un aroma increíble que, cuando se escapa del horno, inunda todos los rincones de la cocina.

Este bizcocho tipo financier tiene una jugosidad sorprendente y es la excusa perfecta para aprovechar las claras de huevo congeladas. Si consigues resistir la tentación y dejarlo reposar unas horas antes de probarlo, verás como está todavía más rico. La culpa la tiene la perfecta combinación de las avellanas en polvo, el praliné, las claras y la mantequilla dorada. Las pepitas de chocolate ponen el broche a uno de los bizcochos más deliciosos y fáciles de hacer que puedas imaginar.

Respecto a la mantequilla dorada, si no has tenido ocasión de probarla o no la conoces, no te preocupes, porque hace algunos meses le dediqué un post completo; lo tienes aquí. Además de ver cómo hacer brown butter, que es algo tremendamente fácil, verás también cómo usarla. Es casi mágico cómo cambia la mantequilla estando unos minutos en el fuego. Cuando pruebes el resultado en este bizcocho, estoy segura de que querrás usarla en muchas más preparaciones dulces. 

Aquí tienes la receta del bizcocho de avellanas y pepitas de chocolate. Espero que la hagas hoy mismo y que te guste tanto como a mí.

Ingredientes

• 150 g de avellanas en polvo, trituradas muy finamente
• 30 g de praliné*
• 125 g de azúcar glasé
• 6 claras de huevo (sin montar)
• 75 g de harina
• 3 g de bicarbonato
• 140 g de mantequilla
• 6 g de impulsor químico (tipo Royal)
• 40 g de pepitas de chocolate o chocolate picado

*Puedes comprar el praliné o hacerlo en casa. Si prefieres prepararlo tú, aquí tienes la receta. 

Preparación

1. Lo primero es hacer la mantequilla avellanada. Pon la mantequilla en un cazo a fuego medio. Cuando veas que se ha fundido, baja el fuego al mínimo y deja que se cocine durante unos minutos, hasta que notes que tiene un color dorado, y su aroma te recuerde al de las nueces o las avellanas. Apaga el fuego y deja que enfríe a temperatura ambiente.
2. Calienta el horno a 180 °C.
3. El bol de tu amasadora KitchenAid pon las avellanas en polvo, el azúcar glasé y el praliné. Mezcla los ingredientes con el batidor plano. 
   
4. Añade las claras de huevo sin montar y mezcla de nuevo, hasta que se integren bien.
5. Tamiza la harina y añádela también, junto con el bicarbonato y la levadura. Vuelve a mezclar hasta integrar.
6. Vierte la mantequilla avellanada en el bol y mezcla nuevamente para que se integre bien.
7. Por último, añade las pepitas de chocolate o el chocolate picado y remueve lo justo para repartirlas por la masa.
8. Forra tu molde de inox rectangular perforado con base desmontable de Buyer de 20 cm y vierte la masa.
9. Hornea durante 40 minutos a 180 °C y cuando esté, deja que enfríe sobre una rejilla antes de darle un mordisco. 
   

Sugerencias

• Habrás visto que este bizcocho lleva solo las claras de huevo. Como comentaba al principio, es la excusa ideal para aprovechar las que tengas congeladas. Si no fuera el caso, con las yemas que no se usan, puedes hacer una estupenda crema pastelera, como explicamos aquí, o unos deliciosos vasos de crema de vainilla con frutos rojos, como lo que puedes ver aquí.
• Aunque la receta lleva praliné, puedes sustituirlo por pasta pura o manteca de frutos secos, ya sea de avellana o de almendra. Quedará igualmente de maravilla. 
  
• Si quieres hacer bizcochos pequeños o de ración, puedes repartir la masa en moldes individuales. Tendrás que ajustar el tiempo de cocción, ya que estarán listos antes.