Las alcachofas son una de mis verduras favoritas y, si tengo que elegir qué manera de prepararlas me gusta más, sin duda me quedo con las alcachofas confitadas en aceite de oliva. Si te preguntas cómo confitar alcachofas, debes saber que confitar las alcachofas es un proceso en el cual cocinamos las alcachofas sumergidas en aceite de oliva, a baja temperatura y durante un tiempo prolongado.

La mayor complicación de este plato es limpiar las alcachofas, que más que difícil es entretenido, pero en la receta os doy indicaciones para que este paso sea lo más fácil posible. Por lo demás es un plato sencillo de preparar, ya que, aunque el tiempo de cocinado es largo, no requiere más trabajo que poner las alcachofas en una cazuela y cubrirlas con aceite.

Y, ya que el tiempo de cocción es largo, yo prefiero preparar una gran cantidad de alcachofas confitadas (¡La capacidad de mi cocotte es increíble!) y guardarlas en los maravillosos tarros para conservas de Rocco Bormioli, que no pueden ser más bonitos y son perfectos para conservarlas. ¡Y no digamos para regalar! Ya me estoy imaginando la cara de los míos cuando les regale esta delicia en un tarro tan bonito…

Y aunque para disfrutar de este plato no hace falta más que servir las alcachofas confitadas templadas y con unas escamas de sal, también podemos hacerlas a la plancha durante unos minutos, solamente el tiempo necesario para dorarlas y que se caramelicen. Si además las acompañamos de unas lascas de jamón o unas anchoas… ¡ya os digo que poco más vamos a necesitar para disfrutar en la mesa!!

Cocotte de hierro Le Creuset y Tarros para conservas de Rocco Bormioli

Ingredientes

• 12 alcachofas frescas (2 kg aproximadamente)
• 1´5 litros de aceite de oliva
• 1 diente de ajo (opcional)
• 4 ramitas de tomillo fresco (opcional)
• 1 limón
• Agua para remojar las alcachofas

Cocotte de hierro Le Creuset y cuchillos de cocina Pallarès.

Preparación de alcachofas confitadas en aceite

  1. Comienza limpiando las alcachofas. Para ello, en primer lugar, pon en un bol abundante agua para dejar las alcachofas en remojo, añade el zumo del limón y también el limón una vez exprimido. En este bol debes poner las alcachofas, a medida que las vayas limpiando, hasta el momento de cocinarlas, ya que se oxidan con mucha rapidez y el agua con limón frena esa oxidación.
  2. A continuación, corta el tallo de la alcachofa, pélalo, retira la parte del extremo que estará más seca, y córtalo en rodajas de 1 cm aproximadamente. Pon las rodajas del tallo en el agua con limón
  3. Retira las hojas exteriores de la alcachofa, más verdes y duras, hasta que veas que las hojas tienen un color más claro y son mucho más tiernas.
  4. Corta la parte superior de las hojas, que también es muy dura y, con un cuchillo bien afilado, retira los restos de las hojas más duras que hayan quedado en la base de la alcachofa. Para ello solo tienes que “pelar” esa zona del mismo modo que pelarías una manzana.
  5. A continuación, corta la alcachofa al medio y retira, si la hubiera, la pelusilla que tiene en el centro del corazón, ayudándote de una cuchara extractora de bolas.
  6. Inmediatamente, sumerge la alcachofa en el agua con limón hasta el momento de cocinarla para evitar su oxidación.
  7. Repite este proceso con todas las alcachofas.
  8. Una vez que tengas arregladas todas las alcachofas, sácalas del agua, junto con las rodajas del tallo, escúrrelas, sécalas bien y colócalas en la cocotte.
  9. Añade el aceite de oliva y, si deseas añadirlos, el diente de ajo pelado y las ramitas de tomillo.
  10. Pon la cocotte a fuego suave y calienta el aceite hasta que alcance una temperatura de 80°.
  11. Durante toda la cocción debes controlar la temperatura, para evitar que sobrepase nunca los 80°. Para ello lo mejor es que te ayudes de un termómetro de cocina (hay algunos de lo más simples y eficaces, como el de Gefu).
  12. Si no lo tienes, tendrás que vigilar que el aceite está caliente, pero sin llegar nunca a hervir ni burbujear, manteniendo el fuego al mínimo. En mi caso, la potencia de los fuegos de la vitrocerámica va numerada del 1 al 9 y mantengo el fuego en torno al 2 durante todo el confitado.
  13. Confita las alcachofas durante 2 horas aproximadamente, hasta que, al pinchar el corazón con un cuchillo, la alcachofa esté tierna, pero sin llegar a deshacerse.
  14. Deja enfriar las alcachofas sumergidas en el aceite.
  15. Una vez que enfríen, guarda las alcachofas en los tarros de cristal de Rocco Bormioli, previamente esterilizados.
  16. Llena con el aceite del confitado hasta 0´5 cm del borde del tarro y deja reposar unos minutos para que el aceite se asiente bien y cubra todos los huecos. Si fuese necesario porque el nivel de aceite baje, añade más aceite y cierra bien el tarro.
  17. De este modo, las alcachofas se conservan en el frigorífico durante más de 15 días.
  18. Si quieres conservar las alcachofas confitadas durante más tiempo debes envasarlas al vacío.
  19. Para ello, una vez cerrados los tarros, ponlos de pie en una cazuela cubiertos con agua fría, de modo que el agua llegue al menos 4 cm por encima del tarro (debes cubrir con trapos la base y los laterales de la cazuela para separar los tarros entre si y evitar que choquen).
  20. Pon la cazuela al fuego y cuece durante 45-50 minutos aproximadamente. Transcurrido este tiempo, apaga el fuego y deja enfriar los tarros dentro del agua. Una vez que estén fríos, sácalos de la cazuela, sécalos y guarda en un lugar fresco y seco, sin luz directa.

Notas:

  • Si lo prefieres, puedes sustituir el limón que se añade al agua de remojo de las alcachofas por unas ramas de perejil fresco.
  • Para esterilizar los tarros que se van a utilizar:
  1. Cuécelos durante 20 minutos en una cazuela grande, bien cubiertos de agua y con las tapas sueltas. Utiliza trapos para separar los tarros entre ellos y del fondo de la cazuela.
  2. Deja enfriar los tarros dentro del agua.
  3. Una vez fríos, sácalos del agua intentando no tocarlos (puedes utilizar unas pinzas para ello) y déjalos secar por completo dejándolos boca abajo sobre un paño limpio.
  4. Una vez secos puedes proceder a rellenarlos.

Cocotte de hierro Le Creuset, cuchillos de cocina Pallarès y plato Caractère de Revol.

Autora de la receta: Leticia de Revelando Sabores

Comentarios

Marian Diez Fonseca dijo:

Manera excelente de alargar la vida de las alcachofas, probaré, seguro quedan exquisitas

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