Pudding en capas de tostadas francesas crujientes

Hoy te invito a darle una vuelta a las torrijas, el pain perdu o las french toasts, que aunque no son lo mismo, se podría decir que son medio hermanas. No las vamos a hacer fritas con aceite ni a la plancha con una nuez de mantequilla, pero con esta receta de Pudding crujiente de tostadas francesas, convertiremos el pan de brioche en un auténtico espectáculo. 

Se podría decir que las torrijas son patrimonio de nuestra gastronomía, uno de los postres más típicos de la Cuaresma. Tradicionalmente elaboradas con pan duro remojado en leche, rebozadas en huevo, fritas en abundante aceite y endulzadas con azúcar y canela, o con miel, arrancan suspiros de admiración y son todo un manjar. A día de hoy, las torrijas hechas para aprovechar el pan duro ya no son tan frecuentes e incluso se hornea un pan brioche especial para hacerlas. 

Y con un pan de brioche vamos a hacer este pudin, presentando una forma diferente de saborear las tostadas francesas. Te aseguro que el resultado es delicioso, casi como comerse la ternura a cucharadas. Además, la capa crujiente le sienta de maravilla, ofreciendo un contraste de texturas de lo más interesante. Toma nota de esta receta de Pudding crujiente de tostadas francesas, porque es todo un descubrimiento.

Ingredientes

Para el pudding

• 4 cucharadas de mantequilla sin sal, fundida
  
• 1/4 de taza de azúcar moreno
  
• 2 tazas de nata líquida para montar (35% m.g.)
  
• 3 huevos
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla o de jarabe de arce
  
• 1/2 cucharadita de sal
• Un brioche o un pan de brioche para torrijas

Para la capa de crujiente

• 2 cucharadas de mantequilla sin sal 
• 1/4 taza de harina común de todo uso
• 2 cucharadas de azúcar moreno
• 1/2 cucharadita de canela en polvo
• Un pellizco de sal

Para el glaseado

• 1/4 taza de azúcar glasé
• 1 cucharada de nata líquida para montar (35% m.g.)
• 1 cucharadita de extracto de vainilla o de jarabe de arce

Molde de hierro fundido rectangular Le Creuset

Preparación

Preparación del pudding:

1. Precalienta el horno a 175 °C.
2. Ahora hay que preparar el puding, así que empieza derritiendo la mantequilla a fuego suave (medio-bajo) en un cazo o en una cacerola pequeña.
3. Añade el azúcar y la mitad de la nata líquida (1 taza). Remueve para que se mezclen todo bien y cocina hasta que el azúcar se haya disuelto completamente (más o menos unos 3-4 minutos). Retira el cazo del fuego y deja que enfríe.
4. Cuando la mezcla haya enfriado, ponla en un bol amplio y añade el resto de la nata (1 taza), los huevos, la canela, la vainilla y media cucharadita de sal. Con una batidora de mano, bate hasta que la mezcla esté suave y todos los ingredientes se hayan integrado bien. 
   
5. Engrasa el molde de hierro fundido rectangular Le Creuset con mantequilla. 
6. Corta el pan de brioche en rebanadas con un grosor aproximado de 1,5 cm y corta cada rebanada por la mitad, en diagonal. 
   
7. Baña una rebanada en la crema que has preparado y que tienes reservada en el bol, y colócala con la esquina hacia arriba en el molde.
   
8. Haz lo mismo con el resto de rebanadas, colocándolas contrapuestas como se ve en el vídeo, para que las esquinas no estén todas en el mismo lado y el resultado sea más vistoso.
   

Preparación de la capa crujiente:

1. Derrite las dos cucharadas de mantequilla a fuego lento (puedes hacerlo en el mismo cazo). 
   
2. Retira del fuego y añade la harina, el azúcar moreno, la canela y la sal. Remueve bien hasta integrarlo todo.
3. Desmenuza la masa resultante sobre las rebanadas de pan, como si fueran migas. 
   
4. Pon el molde en el horno y hornea a 175 °C, entre 45 y 55 minutos, hasta que veas que se ha inflado y está dorado.
5. Saca el pudding del horno y deja que enfríe sobre una rejilla, sin sacarlo del molde.
   

Preparación del glaseado:

1. En un bol pequeño pon el azúcar glasé con la nata y el extracto de vainilla (o el jarabe de arce).
2. Bate los ingredientes hasta homogeneizar, ayudándote de un batidor de varillas manual.
3. Reparte el glaseado sobre el pudding caliente y llévalo a la mesa, en el mismo molde, porque tiene una presentación perfecta.