En cuanto las tardes se hacen más cortas, asoman con fuerza las ganas de ponerme a preparar recetas de horno. Un ejemplo es esta galette de invierno, que esconde un relleno maravilloso a base de calabaza asada y queso feta y que tiene un aroma muy mediterráneo, gracias al tomillo y el orégano con la que se adereza.
La masa de la galette es una de esas preparaciones que sorprenden por lo fáciles que son de preparar. Ya sea a mano o con una amasadora como el robot de cocina KitchenAid, es realmente sencilla de hacer y el resultado es espectacular.
Esta masa permite todo tipo de combinaciones, pero en esta ocasión no se me ocurre mejor relleno que el de esta receta: calabaza asada, remolacha cocida y cebolla morada. Hortalizas de colores cálidos, que reconfortan el alma y el estómago. El queso feta en la base le da un punto cremoso y suave a la mezcla, sin derretirse. ¡Sencillamente sublime!
Para que podáis comprobarlo, aquí tenéis la receta de esta galette de invierno. Espero que os guste tanto como a mí y que disfrutéis de cada bocado.
Ingredientes
- 150 g de calabaza (tipo cacahuete o violín)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 200 g de harina común
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharada de orégano seco
- 1 cucharada de tomillo seco
- 100 g de mantequilla fría en dados
- Agua helada (2-3 cucharadas)
- 200 g de queso feta
- 4 remolachas pequeñas cocidas y cortadas en rodajas
- 1 cebolla roja
- 6 ramitas de tomillo fresco
- 1 huevo
- 1 cucharadita de leche
- 1 cucharada de miel
Preparación
- Pon a calentar el horno a 200º C.
- Pela la calabaza y córtala en rodajas no muy finas (más o menos 0,5 cm de grosor).
- Coloca las rodajas de calabaza en una bandeja de horno y píntalas con aceite de oliva virgen extra. Lleva la bandeja al horno y asa la calabaza durante unos 20-25 minutos, hasta que esté tierna.
- En cuanto esté la calabaza, saca la bandeja del horno y reserva. Baja la temperatura del horno a 190 °C.
- Mientras tanto, vamos a preparar la masa de la galette. En el bol de tu robot de cocina KitchenAid pon la harina, la sal, el orégano y el tomillo secos. Acopla el accesorio batidor para masas y mezcla a velocidad 2.
- Añade enseguida la mantequilla fría cortada en dados y deja que se vaya integrando hasta que veas que la mezcla toma la apariencia de migas gruesas.
- Añade el agua helada poco a poco, a cucharadas, hasta que veas que la masa se integra. Lo ideal es añadir primero una cucharada, remover, luego una segunda cucharada y remover. Si ves que en ese momento, la masa ya está integrada, no sería necesario añadir más agua. Si vieras que la necesita, añade una tercera cucharada.
- En cuanto veas que la masa está integrada, deja de remover y haz una bola con ella. Envuélvela en film y deja que repose en nevera durante una media hora.
- Transcurridos los 30 minutos saca la masa de la nevera. Enharina ligeramente la superficie de trabajo y, ayudándote de un rodillo, extiende la masa formando un círculo de unos 30 cm de diámetro.
- Dispón la masa sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
- Ahora hay que colocar los ingredientes del relleno, pero sin llegar a los bordes de la gallette. Debe quedar más o menos un margen de 5 cm sin relleno.
- En primer lugar, reparte el queso feta desmenuzado. Después coloca por encima las rodajas de remolacha, las de calabaza y la cebolla roja cortada en aros.
- Pinta las verduras con el resto del aceite de oliva virgen extra y espolvorea el tomillo fresco.
- Dobla los bordes de la masa de la galette sobre el relleno, haciendo pliegues a medida que las vas doblando para que presente un aspecto más rústico, tal como se ve en el vídeo.
- Bate el huevo con la leche y con este mezcla pinta los bordes de la galette.
- Lleva la galette al horno y hornéala aproximadamente unos 45 minutos. La corteza debe verse dorada y las verduras han de estar tiernas.
- Saca la galette del horno y reparte la miel en un hilo por encima antes de llevarla a la mesa.
