Si hay un postre que lo tiene todo, es esta receta de mousse de chocolate blanco con corazón de frutos rojos. Suave, cremoso y con un toque afrutado que equilibra a la perfección la dulzura del chocolate. Lo mejor de todo es que es muy fácil de hacer y el resultado es de pastelería: una mousse aireada que se funde en la boca, con una compota casera que aporta frescura y unos frutos cristalizados que añaden un crujiente irresistible.
Con San Valentín a la vuelta de la esquina, este postre se convierte en la excusa perfecta para sorprender a alguien (¡o para darte un capricho sin remordimientos!). Personalmente me encanta esa textura ligera de la mousse, y aquí la mezcla con la compota de frutos rojos aporta un punto refrescante.
El punto final lo dan los frutos cristalizados: si bien son totalmente opcionales para la receta, pues son decorativos y simplemente añaden un puntito más de exquisitez a la presentación y acabado, también aportan ese crujiente irresistible del azúcar tan peculiar. Como te digo, este punto es opción, pero al final verás cómo hacer el paso a paso para conseguir esa fruta rebozada de azúcar tan golosa.
Es el postre perfecto para una cena especial o simplemente para darte un capricho. ¿Te animas a prepararlo? Te dejo el paso a paso y también la receta en vídeo.
Ingredientes
Para la compota de frutos rojos
- 200 g de frutos rojos congelados variados
- Zumo de 1 limón
- 1 cda de azúcar moreno
Para la mousse
- 300 g de chocolate blanco en gotas o troceado
- 90 ml + 375 ml de nata para montar
- 3 cdas de azúcar glas
- Ralladura de 1 limón
- 3 yemas de huevo de gallina de corral (reserva 1 de las clara para los frutos cristalizados)
- 1 cdta de pasta de vainilla (o 1 cuchara de postre de extracto de vainilla de Madagascar)
- Una pizca de sal
Para los frutos cristalizados
- 100 g (½ taza) de azúcar glas
- 1 clara de huevo de corral (la clara reservada anteriormente)
- Frutos rojos y hierbas al gusto
Preparación
Para hacer la compota de frutos rojos
- En un cazo pequeño, mezcla todos los ingredientes y remueve bien. Cocina a fuego lento durante unos 10 minutos, hasta que la mezcla espese ligeramente.
- Retira del fuego y tritura con una batidora eléctrica hasta obtener una textura suave.
- Guarda en la nevera hasta que se enfríe por completo antes de usar.
Vamos a hacer el mousse de chocolate blanco
- Derrite a fuego lento 90 ml de nata junto con el chocolate blanco. Añade la pasta de vainilla y la ralladura de limón.
- En un bol aparte, bate las yemas con el azúcar hasta que la mezcla esté pálida y espumosa.
- Vierte poco a poco la mezcla de chocolate caliente sobre las yemas batidas, removiendo constantemente hasta integrar.
- Monta los 375 ml restantes de nata hasta obtener picos suaves.
- Añade una cucharada de nata montada a la mezcla de chocolate y remueve bien. Luego, incorpora el resto en dos tandas, con movimientos envolventes, hasta conseguir una textura homogénea.
Montamos el postre de mousse
Vamos a prepararlo en una mousse de 3 capas (mousse, compota y mousse). Para ello:
- Rellena cada ramequín cerámico Le Creuset hasta la mitad con la mousse.
- Haz una capa de compota, añadiendo una cucharada colmada de la compota de frutos rojos en el centro.
- Cubre la capa de la compota con el resto de la mousse.
- Deja enfriar en la nevera toda la noche para que cuaje bien.
Para hacer la fruta cristalizada en azúcar (para decorar)
- Forra una bandeja con papel de horno.
- Bate ligeramente la clara de huevo en un bol. En otro bol, coloca el azúcar.
- Con la ayuda de un pincel, aplica una fina capa de clara de huevo sobre la superficie de los frutos rojos. Luego, rebózalos inmediatamente en el azúcar.
- Coloca los frutos y las hierbas en la bandeja forrada y repite el proceso con el resto.
- Déjalos secar en un lugar cálido y sin cubrir hasta que el azúcar se endurezca.
- Una vez secos, guárdalos en un recipiente hermético a temperatura ambiente. No los refrigeres para evitar que se humedezcan.