Focaccia de chocolate

¡Me muero por compartir esta receta única y deliciosa! Hoy descubriremos juntos el maravilloso mundo de la Focaccia de Chocolate. Esta sorprendente variante, dulce y tentadora, es la elección perfecta para un desayuno o merienda especial.

La Focaccia de Chocolate combina la tradicional masa esponjosa y ligeramente salada de la focaccia con la irresistible dulzura del chocolate. El contraste de sabores es simplemente maravilloso, creando una experiencia gastronómica única para disfrutar en cualquier momento del día.

En mi versión de esta receta, he decidido acompañarla con fresas asadas, ya que el sabor jugoso y ligeramente ácido de las fresas contrasta a la perfección con el chocolate. Sin embargo, si prefieres disfrutar de la pureza y potencia del chocolate, puedes obviar las fresas y disfrutar de esta delicia por sí sola.

La preparación de la Focaccia de Chocolate es tan sencilla como gratificante. Mezclaremos cuidadosamente los ingredientes para obtener una masa suave y elástica. La magia ocurrirá en el horno, donde el chocolate se fundirá y se fusionará con la masa, creando un resultado simplemente sublime.

Así que, sin más preámbulos, ¡pongámonos manos a la obra y descubramos el encanto de esta Focaccia de Chocolate! Estoy segura de que te conquistará desde el primer bocado y se convertirá en una de tus recetas favoritas.

Ingredientes

• 260 ml agua (temp. ambiente)
• 450 g harina de fuerza
• 15 g levadura fresca (o 3 g levadura seca)
• 1 cda sopera bien llena de azúcar moreno
• 1 pizca generosa de sal fina
• Aceite de oliva
• Sal en escamas Maldon
• 4 o 5 fresas
• Una barra de chocolate de cobertura*

*Yo he optado por chocolate negro, contrasta más y mejor con las fresas desde mi punto de vista, pero puedes hacer la focaccia de chocolate con leche, chocolate blanco o de mezcla de chocolates.

 Preparación

1. Calienta ligeramente el agua para que esté tibia.
2. Disuelve en ella la levadura, remueve hasta que se mezcle bien, y añade también el azúcar. Mezcla hasta disolver y reserva unos minutos para activarla.
3. Pon la harina en el bol del robot amasador KitchenAid idealmente (si vas a amasar a mano, en un bol directamente), con el accesorio pala empieza a mezclar a velocidad baja y añade el agua con levadura y el azúcar.
4. Cuando esté integrado, añade la sal. Mezcla bien hasta integrarlo todo por completo y cambia al gancho amasador.
5. Amasa a mano o en la amasadora con el gancho de amasar, hasta obtener una masa uniforme. Puedes usar velocidades altas ahora ya para amasar, y para que te sea más fácil puedes alternar amasados con reposo de esta forma: unos 3 minutos de amasado y unos 10-12 minutos de reposo. Procede varias veces así (no escatimes en amasado, requiere de su tiempo para que el gluten se desarrolle), lo que requiera la masa, hasta que la veas lisa y suave. En los reposos, tápala con un paño de cocina para evitar que se reseque.
6. Cuando la masa esté, verás que está lisa y al estirarla no se rompe, forma una bola con ella y ponla en un bol con las paredes pinceladas con aceite, y tapado con film transparente (para evitar que entre aire y reseque la masa). Puedes pincelar la masa con aceite si quieres. Déjala reposar durante unos 45 minutos o hasta que casi doble su volumen. Disponla en un lugar cálido, yo a menudo uso el horno, cerrado y apagado, pues allí no hay corriente alguna (si tengo prisas antes lo he calentado a 40ºC para que esté cálido, y parado antes de introducir la masa; así con el calor residual del espacio leva antes la masa).
7. Cuando la masa esté lista, embadurna una bandeja de porcelana como la Revol (de 26cm de largo) con aceite o con spray desmoldante.
8. Retira el film del bol donde tienes la masa, y saca el aire a la masa presionándola suavemente con los nudillos. Parte la masa en dos, cortándola con una espátula, y coloca una de las partes en el molde, extendiéndola de forma que cubra el fondo de la bandeja (la otra parte mantenla tapada con film o un paño).
9. Reparte trozos de chocolate fondante por toda la masa. ¡Cuánta más, mejor! Recuerda que puedes usar una mezcla de varios tipos si quieres.
10. Reparte sal en escamas por toda la superficie, verás luego que el contraste intensifica el sabor del chocolate.
11. Ahora coge la segunda parte de la masa y estírala con los dedos en una superficie enharinada, para conseguir una masa en forma de rectángulo del tamaño de la anterior. Traspásala a la bandeja Revol, cubriendo así la masa con el chocolate.
12. Con los dedos, acábala de estirar para ajustar ambas masas. Pincela con aceite generosamente y tapa la bandeja con el paño de cocina. Déjala reposar durante 30 o 45 minutos más, para que las masas se relajen de nuevo.
13. Precalienta el horno a 210 ºC, y lava las fresas.
14. Destapa la bandeja, practica unos huecos en la superficie de tu focaccia  y vuelve a pincelar con aceite.
15. Dispón por toda la superficie fresas laminadas, de unos 2 mm de grosor.
16. Introduce la bandeja en el horno y hornea 15 minutos a 210 ºC, luego pasa a 190 ºC y acaba de hornear hasta que observes la masa y las fresas hechas (un total de unos 25 minutos de horno). Verás que la masa ha adquirido un bonito tono dorado, las paredes se separan del molde y las fresas están algo arrugaditas o secas. 
17. Retira del horno y deja enfriar en una rejilla enfriadora.
18. Cuando ha perdido el calor más intenso, espolvorea con azúcar glas y sirve cuando está aún algo caliente, para que el chocolate esté fundente. ¡Te la sacarán de las manos!