Si buscas una receta super refrescante, veraniega y ligera, acabas de dar con lo que buscabas: esta ensalada de sandía, queso feta y pistachos es deliciosa y suuuper colorida. Junto a la menta y la cebolla tierna, tomarla es siempre una alegría. Y debo añadir que prepararla también, porque si tienes la cebolla encurtida en la nevera, ¡La ensalada la tienes lista en 5 minutos!

Uno de los grandes aciertos de esta receta es la combinación del dulzor jugoso de la sandía con el punto salado del feta, un clásico que nunca falla (seguro que los amantes de las ensaladas de pepino comprenden bien esta delicia), pero en esta versión se completa con un detalle muy sabroso: chalotas ligeramente encurtidas y un puñado de pistachos troceados que aportan un toque crujiente y un matiz delicado.

Para prepararla, no hace falta complicarse: solo necesitas una bandeja grande donde puedas disponer cada ingrediente de forma que luzca bonito y resulte fácil de servir sin mezclarlo todo. Así evitarás que la sandía suelte demasiado jugo y que el queso pierda su presencia. El resultado es un plato vistoso, con capas de color y texturas que invitan a repetir. En nuestro caso, hemos estrenado la fuente cerámica Le Creuset de la nueva colección Jardín, una pieza elegante y primaveral para la mesa de todo el año (y los platos hondos de la misma colección, igualmente maravillosos).

El aliño de vinagre y aceite de oliva realza cada bocado, mientras que la menta fresca aporta un frescor aromático que combina de maravilla con la fruta. Si te apetece algo ligero pero con carácter, anímate a preparar esta ensalada: es perfecta para compartir en comidas informales o para acompañar una barbacoa de verano.

Platos cerámicos Jardín Le Creuset

¿Cómo escoger correctamente una sandía?

Escoger una buena sandía puede parecer un arte... pero con un par de trucos muy sencillos, acertarás casi siempre. Estos son los detalles en los que yo me fijo:

  • La mancha amarilla del suelo: busca una sandía que tenga una mancha amarilla (no blanca) en uno de sus lados. Es la parte que ha estado en contacto con la tierra mientras maduraba, y si es de color crema o amarillo intenso, es buena señal: ha tenido tiempo de madurar al sol.
  • Peso: para su tamaño, debe notarse pesada. Eso indica que está bien cargada de agua y jugosa.
  • Golpecito con los nudillos: suena a tópico, pero funciona. Dale unos golpecitos suaves con los nudillos: si suena hueca, es que está madura.
  • Corteza mate: una piel muy brillante suele indicar que todavía está un poco verde. Mejor si tiene un aspecto más apagado o mate.
  • Forma uniforme: las sandías redondas u ovaladas y simétricas suelen estar mejor desarrolladas que las que tienen bultos o formas raras.

Ingredientes

  • 1,3 kg de sandía sin pepitas, cortada en cubos de unos 2 cm
  • 1 chalota mediana (o ½ cebolla morada pequeña), cortada muy fina
  • 3 cucharadas de vinagre de Jerez o vinagre de vino tinto
  • 1 pizca de sal fina
  • 100 g de queso feta desmigado
  • 40 g de pistachos tostados y salados, pelados y picados groseramente
  • 60 ml de aceite de oliva virgen extra
  • Un puñado pequeño de hojas de menta fresca y/o albahaca (rompe las más grandes con las manos)
  • Sal en escamas o sal gruesa, al gusto

Preparación

  1. Encurtimos la chalota o cebolla (prepáralo con antelación). Para ello, coloca la chalota cortada en un bol pequeño. Añade el vinagre y una pizca de sal fina. Mézclalo todo con una cucharilla y guarda el bol en la nevera mientras preparas el resto (mínimo 10 minutos). Con este paso, la chalota perderá su picor y quedará suave y ligeramente ácida.
  2. Montamos la ensalada en la fuente: Reparte la sandía en una bandeja grande o en una fuente poco profunda (como la fuente Jardín Le Creuset, procurando que los cubos queden bien distribuidos, sin amontonarse. Saca la chalota del frigorífico y colócala por encima. Vierte también el vinagre que ha sobrado de la marinada: le da un toque muy sabroso a la fruta.
  3. Añadimos el resto de ingredientes: reparte por encima el queso feta y los pistachos picados. Riega toda la ensalada con el aceite de oliva, y termina con unas hojas de menta y/o albahaca, y una pizca de sal en escamas.

Consejo: Esta ensalada está en su punto durante la primera hora, pero si te sobra, puedes guardarla en la nevera un día o dos (con el frigorífico bien frío). Eso sí, los pistachos estarán más crujientes si los añades justo antes de servir. Guarda la ensalada o la sandía que te haya sobrado en un recipiente hermético, si es al vacío mucho mejor, así no se oxidará y la fruta aguantará super fresca más tiempo (para este fin, te aconsejo encarecidamente descubrir los recipientes de vacío Pebbly).

 

Claudia Ferrer
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