Bizcocho Bundt de almendra con relleno de frambuesa

Hoy vengo con la receta de un bizcocho Bundt de almendra que roba miradas: elegante, con un relleno de frambuesa que asoma en cada corte y un glaseado brillante que parece hecho por un profesional. Lo mejor de todo es que, aunque parezca un postre de pastelería, es mucho más fácil de preparar de lo que imaginas.

La masa de almendra queda densa, húmeda y suave, el corazón de frambuesa aporta ese punto jugoso y ligeramente ácido, y el molde Bundt le da esa forma preciosa y un horneado uniforme sin que tengas que hacer nada especial. 

Seguramente sabrás que un molde Bundt no solo le da ese aspecto tan elegante, sino que también garantiza un horneado uniforme para que cada porción salga perfecta. Y así sale este bundt, ¡maravilloso!

Un dulce perfecto para lucirte en una merienda, para acompañar el café o para una celebración en casa, demostrando que la repostería casera puede ser sencilla y espectacular a la vez.

Molde bundt Nordic Ware

Ingredientes

Para el bizcocho de almendra:

• 2 1/4 tazas de harina de repostería (unos 280 g)
• 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
• 3/4 cucharadita de sal
• 3/4 taza de mantequilla sin sal, ablandada (unos 170 g)
• 2 1/4 tazas de azúcar (unos 450 g)
• 6 huevos
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 1 cucharadita de extracto de almendra
• 1 taza de yogur natural (unos 240 g)

Para el relleno de frambuesa:

• 1/2 taza de mermelada de frambuesa sin semillas (unos 160 g) -si quieres reducir remordimientos, siempre puedes usar las mermeladas con azúcar reducido tan deliciosas de Tiptree
• 1/2 taza de masa del bizcocho (unos 120 g)

Para el glaseado de almendra:

• 2 tazas de azúcar glas tamizado (unos 240 g)
• 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
• 1/2 cucharadita de extracto de almendra*
• 1–2 cucharadas de leche

*Si no dispones de extracto de almendra, simplemente añade 1 cucharadita de extracto de vainilla. Obtendrás así una cobertura con sabor a vainilla que casa estupendamente con este bizcocho.

Preparación

1) Preparamos la masa de bizcocho

1. Precalienta el horno a 180 °C (350 °F). Engrasa bien tu molde Bundt* con spray desmoldante con harina o unta con mantequilla y un poco de harina. Si quieres un acabado perfecto, repasa los detalles con un pincel de repostería.
2. En un bol mediano, mezcla con varillas la harina, el bicarbonato y la sal. Reserva.
3. En el bol de la batidora (o con varillas eléctricas), bate la mantequilla ablandada con el azúcar a velocidad media hasta que quede esponjoso y de color más claro.
4. Añade los huevos, de uno en uno, batiendo bien después de cada incorporación.
5. Incorpora la vainilla y el extracto de almendra y mezcla de nuevo.
6. Baja la velocidad al mínimo y, alternando, ve añadiendo la mezcla de harina y el yogur natural, empezando y terminando con la harina. Solo lo justo para que quede integrado, sin sobrebatir.
7. Reserva media taza de masa: la usaremos para el relleno de frambuesa.

*Usa un molde bundt de 14 tazas de capacidad (los más grandes y habituales). Encontrarás todas las opciones aquí.

2) Preparamos el relleno, montamos y horneamos

1. En un bol pequeño, mezcla la media taza de masa reservada con la mermelada de frambuesa sin semillas.
2. Vierte en el molde aproximadamente la mitad de la masa de bizcocho.
3. Coloca el relleno de frambuesa formando un anillo en el centro, procurando que no toque las paredes del molde (si quieres, puedes ayudarte de una manga pastelera).
4. Cubre con el resto de la masa, llenando el molde como máximo hasta 3/4 de su capacidad.
5. Da unos golpecitos suaves al molde sobre la encimera (pon un paño debajo) para que la masa se asiente y desaparezcan las burbujas de aire.
6. Hornea durante 55–60 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.
7. Deja enfriar el bizcocho 10 minutos dentro del molde, después inviértelo con cuidado sobre una rejilla y deja que termine de enfriarse.

3) Hacemos el glaseado y servimos

1. Mientras el bizcocho se enfría, prepara el glaseado de almendra.
2. En un bol pequeño, pon el azúcar glas tamizado, la vainilla y el extracto de almendra.
3. Añade primero 1 cucharada de leche y mezcla. Incorpora, si hace falta, una cucharadita más cada vez hasta conseguir la textura que te guste: más espeso para un acabado denso o algo más líquido si quieres que caiga en hilos.
4. Una vez el bizcocho esté completamente frío, vierte el glaseado por encima, deja que caiga de forma natural.., ¡y a disfrutar!

Comentarios adicionales:

• Si te apetece un acabado estilo “berlina rellena”, puedes hornear toda la masa sin el relleno de frambuesa y, cuando el bizcocho salga del horno, inyectar la mermelada con una manga pastelera (caliéntala un poco con unas gotas de agua previamente) en varios puntos mientras aún está templado. Quedará jugoso y con el corazón de frambuesa fundente.
• Puedes sustituir una parte de la harina de repostería por harina de almendra (aproximadamente una tercera parte). Eso le dará más ternura y jugosidad y tendrá más sabor a almendra.