Carmen, autora de Recetas de Tia Alia, nos trae una tarta salada que es tan deliciosa como vistosa: la receta de tarta de calabacín con ricotta y queso de cabra. Una combinación estupenda en una receta muy fácil de preparar y que disfrutaréis mucho en casa!

Hay recetas que enamoran al primer golpe de vista, como es el caso de esta tarta de calabacín, ricotta y queso de cabra. Su presentación en espiral es visual, atractiva y muy provocadora. Colocarla sobre la mesa y escuchar comentarios de admiración son dos cosas que van al unísono, algo que a todos los que cocinamos nos gusta escuchar. Porque cocinar nos divierte y nos encanta que conlleve hacer felices a los nuestros. Sí. Pero que nos reconozcan el trabajo y tiempo dedicado a ellos nos hace una ilusión loca.

Dejando la estética a un lado, el sabor de esta tarta de calabacín, ricotta y queso de cabra es maravilloso. Resulta asombroso que con tan pocos y tan humildes ingredientes, se pueda obtener un resultado tan delicioso. La textura de la base es perfecta, lo suficientemente consistente como para no desmoronarse al cortarla, pero quebradiza en boca. Y el relleno. ¿Qué decir del relleno? Jugoso, suave y sabroso. Nos ha gustado tanto esta tarta que no podemos más que animaros a que la preparéis ya mismo y nos contéis qué os ha parecido. Esperamos vuestros comentarios.

 

Molde cerámico redondo de Emile Henry de 28 cm, mandolina Oxo y paño y platos Laura Ashley

 

INGREDIENTES (para 6 personas)

Para la masa quebrada:

  • 250 g de harina de trigo
  • 125 g de mantequilla muy fría
  • 2 huevos M
  • Media cucharadita de sal

Para el relleno:

  • 3 calabacines
  • 200 g de queso ricotta
  • 100 g de queso de cabra
  • 3 huevos M
  • Sal
  • Pimienta negra molida

 

Molde cerámico redondo de Emile Henry de 28 cm, mandolina Oxo y paño y platos Laura Ashley

 

ELABORACIÓN

La masa quebrada requiere de un tiempo de reposo en frío, así que comenzamos por ella y, mientras toma cuerpo, preparamos el relleno.
  1. Con un cuchillo afilado y sobre una tabla de corte, troceamos la mantequilla (que ha de estar muy fría) en pequeños dados.
  2. En un recipiente hondo y amplio colocamos la harina de trigo y la sal, removemos y añadimos la mantequilla en dados. Mezclamos con las manos hasta conseguir una textura como de migas en la que no queden grumos grandes, esto nos llevará tan solo unos minutos. A continuación añadimos los huevos, previamente batidos, y mezclamos de nuevo. Para finalizar pasamos la masa a una superficie de trabajo limpia y amasamos hasta que todos los ingredientes están bien integrados.
  3. Estiramos la masa con las manos, haciendo un círculo del tamaño del molde en que vamos a hornear nuestra tarta de calabacín, ricotta y queso de cabra. Yo he usado el molde cerámico redondo de Emile Henry de 28 cm de diámetro, pero podéis usar cualquier otro molde apto para horno y que sea específico para este tipo de elaboraciones.
  4. Colocamos el círculo de masa quebrada en la base del molde y estiramos con los dedos, suavemente, llevando parte de la masa a los bordes para cubrir parte del lateral. No hace falta que la masa llegue hasta arriba, con que llegue hasta la mitad es suficiente.
  5. Rematamos el borde de la masa para que quede vistoso. Esto es muy fácil de hacer, solo tenemos que pellizcar el borde con el dedo pulgar e índice de la mano izquierda, por la cara interior de la masa, y apretar con el dedo índice de la mano derecha, por la cara exterior. De esta manera formamos ondas decorativas y damos cuerpo al borde de la masa.
  6. Una vez lista la masa quebrada, introducimos el molde en la nevera y dejamos que se enfríe durante 30 minutos. Con esto conseguimos que la base no encoja ni se deforme al hornear la tarta.
  7. Mientras tanto preparamos el relleno y, para ello, en un cuenco hondo batimos los huevos y el queso ricotta. Desmenuzamos el queso de cabra, lo añadimos y mezclamos bien con unas varillas metálicas procurando dejar la menor cantidad de grumos posible. Salpimentamos al gusto, teniendo en cuenta que el queso de cabra tiene su punto de sal para no excedernos.
  8. Lavamos los calabacines y los secamos. Si son muy largos, los cortamos por la mitad. De lo contrario no será necesario. Usamos una mandolina para laminar los calabacines a lo largo. Si no tenemos mandolina, podemos hacerlo a mano usando un cuchillo bien afilado. Lo importante es que las láminas de calabacín sean de 1.5 mm de grosor aproximadamente para que las podamos doblar sin problema.
  9. Cortamos las láminas de los calabacines por la mitad, a lo largo, y reservamos.
  10. Una vez haya reposado la masa quebrada, retiramos el molde de la nevera y vertemos el relleno en su interior. Extendemos bien por toda la superficie, asegurándonos que no llega hasta el borde de la masa, para que, al colocar el calabacín, no se desborde el relleno.
  11. Tomamos una lámina de calabacín, la enrollamos sobre sí misma y la colocamos en el centro del molde.
  12. Tomamos otra lámina de calabacín y la enrollamos alrededor de la primera. Hacemos la misma operación con el resto de las láminas de calabacín hasta haber cubierto la totalidad del molde. Esta es una tarea para la que hay que tener paciencia, pero no requiere de una maña especial. Se hace más sencilla según vamos avanzando, porque la espiral, al ser más grande es más agradecida de rellenar, y porque vamos tomando práctica.
  13. Ahora solo queda salpimentar ligeramente la superficie de la tarta y cocer en horno, pre calentado a 200ºC con calor arriba y abajo, durante 45-50 minutos. Colocamos el molde en la parte inferior del horno para que la masa de la base no quede cruda.
  14. Una vez lista la tarta de calabacín, ricotta y queso de cabra, la retiramos del horno y dejamos que repose unos minutos antes de servir.

 

Molde cerámico redondo de Emile Henry de 28 cm, cuchillo de hierro Pallarès y platos cerámicos Laura Ashley

 

Comentarios

Beatriz Solís dijo:

Todo un éxito! Lo hice hace unos días y a mi familia les apasionó. Tanto de presentación, que es espectacular, como de sabor. Una receta más añadida al libro de cocina familiar.
Muchas gracias por tus ideas y recetas.
Beatriz

Claudia dijo:

Qué alegría me das, Emma!! Pues a probarla y nos cuentas lo rica que quedó :) Saludos!

Claudia dijo:

Hola Laura, hay quien hace un prehorneado para emezar la cocción de la masa, pero en esta receta como tendrás el molde mucho rato en el horno para la correcta cocción de base y relleno,, no hace falta. Saludos!

Emma dijo:

Pues no he podido resistirme, y como tenía ricotta en la nevera, ya lo he hecho para la cena de hoy. He puesto parmesano en vez de queso de cabra, y ha quedado espectacular de bonito. Aun no lo he probado, pero la pinta promete mucho.

Laura dijo:

Hola, no hay que cocer en blanco la masa??

Dejar un comentario