Hay recetas que nacen para hacer felices a los que se sientan a la mesa, y estos nidos de masa filo con brie, mermelada y frutos secos son una de ellas. Son unos bocados ligeros, crujientes, con corazón cremoso y ese contraste dulce–salado que siempre funciona. Además, tienen algo muy bonito: parecen mucho más elaborados de lo que son, y eso te permite disfrutar del proceso sin complicaciones… pero con resultado de “wow”.

La masa filo queda finísima y crujiente, como si abrazara suavemente el relleno. Dentro, el queso brie se funde y la mermelada aporta ese punto dulce y aromático que combina de maravilla con los frutos secos. Es un bocado elegante pero muy agradecido, ideal para días especiales, para Navidad, fin de año y celebraciones en familia o amigos… ¡o simplemente para darte el capricho de sorprender en casa sin necesidad de meterte en una receta complicada!

Además, se preparan rápido, se pueden personalizar con la mermelada y los frutos secos que más te gusten, y lucen muchísimo en la mesa. Si buscas una idea diferente, bonita y facilísima para servir como aperitivo o entrante, estas copas de masa filo son una apuesta segura. Y ya verás: vuelan.

Ingredientes

  • Hojas de masa filo
  • Mantequilla fundida (o aceite de oliva suave)
  • Queso brie
  • Mermelada (de higo, frutos rojos, arándanos o la que más te guste)
  • Frutos secos picados (nueces, pecanas, pistachos, almendra…)
  • Unas hojas de romero fresco (opcional)
  • Azúcar glas para espolvorear (opcional)

Preparación

  1. Precalienta el horno a 180 ºC, calor arriba y abajo.
  2. Coloca una hoja sobre la mesa y píntala suavemente con mantequilla fundida. Coloca encima otra hoja y vuelve a pintar. Repite según el grosor que quieras (yo suelo usar 3 capas).
    Corta la masa en cuadrados del tamaño aproximado del hueco del molde.
  3. Forma las copas. Para ello, engrasa ligeramente un molde de magdalenas o muffins y coloca los cuadrados de masa en cada cavidad, ajustándolos pero sin apretar demasiado para que queden “arrugaditos” y bonitos.
  4. Rellena: Pon dentro un trocito de queso brie, una cucharadita de mermelada y reparte por encima los frutos secos. Si te gusta, añade una hojita de romero.
  5. Hornea unos 10–12 minutos, hasta que la masa esté dorada y crujiente y el queso se haya fundido.
  6. Termina y sirve: Retira del horno, deja templar un momento y, si quieres darles un toque festivo, espolvorea un poco de azúcar glas por encima.

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