Lasaña de Pollo y setas

La lasaña es un clásico de la cocina italiana y que no puede faltar en ningún hogar. Esta típica receta de lasaña de pollo y setas es ideal en cualquier momento, pero si te la sirven en un frío día de invierno, será el plato más reconfortante de tu vida.

Alrededor de una deliciosa lasaña familiar se aúnan no solo sabores, sino recuerdos y momentos especiales junto a nuestros seres queridos. Este sencillo plato nos anima a participar en su elaboración como si de una fábrica se tratase, y en el que los niños son bienvenidos a mancharse las manos.

Me encantan las recetas así, tan versátiles y que se pueden cambiar y variar múltiples veces dependiendo de los ingredientes que tengas en tu despensa. Esta lasaña, en particular, está elaborada con pollo y setas, y os puedo asegurar que es el plato estrella en mi casa. No falla nunca.

Siéntete libre de utilizar la leche o bebida vegetal que más se adapte a ti. En mi caso, siempre uso leche de arroz para hacer la bechamel y como puedes ver funciona a la perfección.

Esta es la típica receta que al día siguiente está aún mejor, por lo que si necesitas hacerla la víspera, adelante, estará espectacular. Si la tomas el mismo día, déjala reposar para que se asiente y coja la consistencia perfecta para no desmoronarse.

Bandeja cerámica para horno Emile Henry

Ingredientes

• 1 cebolla roja grande picada
• 500 g de pollo picado
• 125 g de beicon ahumado troceado
• 350 g de champiñones y setas variadas, troceadas
• 150 ml de vino tinto joven
• 400 ml de tomate triturado
• Placas de lasaña
• Albahaca fresca picada
• Queso parmesano rallado u otros
• Aceite de oliva

Para la bechamel

• 800 ml de leche caliente
• 70 g de mantequilla
• 70 g de harina
• 1 hoja de laurel
• Sal, pimienta y nuez moscada
• Tomillo fresco

Bandeja cerámica para horno Emile Henry, rallador Microplane con mango de madera y Cocotte redonda Le Creuset

Preparación

1. Sofreímos en la cocotte la cebolla picada hasta que esté ligeramente dorada. Añadimos el pollo picado y el beicon, sofreímos durante unos 6 minutos y añadimos las setas y champiñones y rehogamos unos 3 minutos más.
2. Incorporamos el vino tinto y lo llevamos a ebullición. Agregamos el tomate, removemos bien, tapamos la cocotte y dejamos cocer durante 20 - 30 minutos. Destapamos, añadimos la albahaca fresca picada. (Si la salsa estuviese muy líquida, dejaremos reducir, destapada, un poquito más).
3. Mientras tanto, iremos haciendo la bechamel. En un cazo pondremos la mantequilla a derretir, añadimos la harina, la cocinamos durante un minuto ≈ y agregamos la leche caliente sin dejar de remover. Añadimos la hoja de laurel y seguimos cocinando y removiendo sin parar hasta que la salsa quede suave y espesa. Salpimentamos, rallamos un poco de nuez moscada, la tapamos y la dejamos reposar.
4. Por otro lado, en una fuente grande y de paredes altas pondremos agua muy caliente y sumergiremos las placas de lasaña hasta que estén blanditas. Luego, las dejaremos escurrir sobre un paño de cocina.
5. Para montar la lasaña, he utilizado la fuente cuadrada de Emile Henry; sobre ella pondremos un par de cucharadas de bechamel y seguidamente unas placas de lasaña. Repartimos por encima la salsa de carne, salsa bechamel y queso rallado. Seguimos este mismo procedimiento y terminaremos con una capa generosa de bechamel.
6. Para terminar, espolvorear queso parmesano y/o cualquier otro más. Horneamos en horno precalentado a 190 ºC durante 35 o 40 minutos, hasta que esté dorada y burbujeante.
7. Espolvoreamos unas hojitas de tomillo fresco y dejamos reposar la lasaña para que se asiente y sea más fácil servirla.

Bandeja cerámica para horno Emile Henry