Galletas de mantequilla de cacahuete

Si eres fan del sabor a cacahuete y de las galletas navideñas, te encantará esta receta de galletas de mantequilla de cacahuete (o lo que es lo mismo, las populares Peanut Butter Cookies).

Es una receta muy americana, pero que cada vez se están popularizando más aquí. Yo la descubrí de Cheryl Day’s Treasury of Southern Baking, y si bien personalmente no soy muy fan de la crema de cacahuete y las galletas las hice para que las disfrutaran en casa, debo admitir que estas galletas están deliciosas.

Son unas galletas de aspecto rústico y libres de grandes pretensiones, pero su contenido en crema de cacahuete junto con el jarabe de arce y el azúcar moreno sacan unas notas de lo más fascinantes. Huelen a árbol, a madera, y su sabor tan rústico la verdad es que queda delicioso con una buena taza de café por la mañana.

Son unas galletas perfectas para los peques, y también para sacar tras una buena comida, mientras se disfruta de la sobremesa.

Con esta receta te sale una buena cantidad de galletas, que podrás conservar hasta tres días en perfectas condiciones (¡aunque ya sabemos que no hay nada como una galleta acabada de hornear)!

Verás más abajo que te propongo hacerlas con sal en escamas, pero te animo también a probarlas coronadas con nubes (marshmallows). Tanto aportan a la galleta ese plus americano como añaden una textura y sabor estupendos para disfrutarlas de una forma distinta.

Ingredientes (para unas 24 galletas)

• 3/4 taza de harina de trigo de todo uso
• 1/2 cdta de levadura en polvo
• 1/2 cdta de sal
• 1/4 cdta de bicarbonato de sodio
• 8 cdas (1 barra) de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
• 1/2 taza de azúcar moreno
• 1/2 taza de azúcar blanco
• 1 cdta de jarabe de arce
• 1 taza de mantequilla de cacahuete*
• 1 huevo grande
• 1 cdta de extracto puro de vainilla de Madagascar
• 1 taza de cacahuetes tostados con miel
• Sal en escamas, para espolvorear

*Puedes usar mantequilla de cacahuete casera (lo que es lo mismo, crema de cacahuete). Hacerla es muy fácil, puedes ver cómo en este post.

Preparación

1. En un bol, tamiza la harina, la levadura, la sal y el bicarbonato de sodio. Reserva.
2. En el bol de tu KitchenAid si lo haces en batidora o en un bol amplio si lo haces con batidora manual, mezcla la mantequilla, los dos azúcares y el jarabe de arce a velocidad media, hasta que quede súper suave y esponjoso (de 3 a 5 minutos, el azúcar debe estar integrado y no apreciarse el gránulo).
3. Añade la mantequilla de cacahuete, el huevo y la vainilla, y mezcla hasta que esté completamente incorporado. Baja a velocidad baja y agrega poco a poco la mitad de la mezcla de harina, mezclando hasta que se integre. Agrega entonces la otra mitad de harina y mezcla hasta que se integre también. Añade los cacahuetes.
4. Retira el bol de la batidora y, con una espátula manual, acaba de mezclar, asegurando que en el fondo del bol no hay restos y que está todo bien integrado. Tienes la masa lista.
5. Cubre con plástico y deja reposar en la nevera unos 30 minutos.
6. Precalienta el horno a 170 ºC.
7. Dispón papel de hornear en dos bandejas de horno y usa una cuchara sopera para formar las galletas (aproximadamente 1 cucharada colmada para cada galleta).
8. Ve formando las galletas, redondas, en las bandejas Colócalas un par de dedos separadas entre ellas para que tengan espacio para expandirse. Cuando hayas repartido toda la masa, con ayuda de un tenedor presiona ligeramente en la superficie de la masa de cada un, para que queden los dientes del tenedor marcados. Hazlo dos veces, una verticalmente y la otra horizontalmente, para dibujar el patrón entrecruzado tan clásico de la vieja escuela.
9. Como toque final, aplica una pizca de sal en escamas encima de cada galleta.
10. Introduce las bandejas en el horno y hornea durante 10 o 12 minutos, hasta que estén doradas. Intercambia las bandejas de altura para que se doren por igual unas y otras. Al terminar de hornear, déjalas enfriar en una rejilla enfriadora para que queden crujientes.

¡TRUCO! Si quieres, en lugar de las escamas de sal puedes poner, encima de las galletas, marshmallows o nubes cortados o laminados (ponlo antes de hornear). El sabor de las nubes tostadas, dulces y suaves, contrasta con el sabor del cacahuete de la galleta y saben deliciosas. Si las haces así, te invito también a echar una pizca de azúcar moreno por encima del marshmallow, para terminar la galleta de una forma más brillante y bonita.

¡Con Marshmallows es una manera de variar la receta y de sacar sonrisas! También puedes hornear ambas, algunas con sal y otras con marshmallows, y descubrir cuáles gustan más en casa.

Notas

• Si quieres, no tienes por qué hornear todas las galletas el mismo día: puedes congelar parte de la masa o, lo que aún resulta más práctico: cuando tienes las galletas formadas en la bandeja, puedes congelarlas así, ya formadas (si tienes un congelador grande pon la bandeja en él, sino transfiere las galletas formadas en algún recipiente más pequeño o en una bolsa con zip). Así, el día que quieras disfrutarlas solo tendrás que encender el horno y hornearlas unos minutos. ¡Es práctico y puedes disfrutar de galletas recién horneadas más a menudo! Puedes guardar la masa congelada hasta 2 y 3 meses.

• Para hornear galletas, nada como una buena bandeja perforada o una base para galletas. Descubre todas las que tenemos en la sección de bandejas para galletas y úsala no solo para eso, sino para hornear pizzas, hacer tartas de hojaldre, masa brisa, panes... ¡Una bandeja es un básico de cocina!
• Una vez horneadas, las galletas se pueden almacenar en un recipiente hermético, a temperatura ambiente y en un lugar seco, hasta por 3 días. Tenemos algunos recipientes para galletas ideal para ello en la sección de Stands y Conservadores.
• La mantequilla o crema de cacahuete la encontrarás a día de hoy en cualquier grande superficie. Mira en la sección de las cremas de cacao y avellanas o pide por ella.