Me acuerdo del primer día que preparé crepes en casa: dudaba de cómo se harían, pensaba que sería algo complicado, que no sabría girarlas o que me saldrían muy gruesas. Sin duda la primera que hice no fue la buena, pero tras la experiencia de la primera, la segunda me salió ya muy bien.
Creo que lo que a mi me ocurrió le pasa a mucha gente: todas esas dudas hacen que cueste lanzarse a hacer crepes, pero a la que lo has probado se convierte en una receta habitual, de lo más fácil y recurrente que hay, que gusta a todos y que puedes combinar tanto con dulce como con salado.
Las propuestas que nos trae hoy Carmen, autora de Yerbabuena en la cocina, son dos recetas de crepes con unas combinaciones realmente acertadas y muy sabrosas. ¡Te invito a probar!
Los que me conocen saben que me encanta reunirme con mi familia y amigos en torno a la mesa con cualquier motivo, por eso cuando una receta despierta mi interés, es excusa más que suficiente para ponerme el delantal y experimentar; aunque ello conlleve también tener que pasar por el trance más duro de este proceso que es, ¡a qué negarlo! la aprobación de mis hijos, sin duda mis críticos más severos e implacables.
Dicho esto... no siempre me apetece complicarme la vida, en ocasiones prefiero disfrutar de los míos y del momento apostando a caballo ganador y preparando platos poco elaborados, como unas pizzas o como en éste caso unas crepes, en las que cada cual elige según sus propios gustos o imaginación y donde sabor y sencillez confluyen y conforman su mayor atractivo.
Las crepes tienen la ventaja de ser muy versátiles, combinan a la perfección tanto con dulce como con salado… ¿Quién puede resistirse a unas crepes calentitas de jamón york y queso u a otras de salmón, queso fresco y rúcula? Eso por no hablar de las dulces con lemon curd, dulce de leche o mermeladas gourmet, como la de albaricoque&armagnac u otra de fresa& champagne. ¡Yo desde luego no!
Además, las crepes admiten congelación: las puedes tener preparadas con anterioridad y rellenarlas en el momento que te hagan falta… No obstante, son tan fáciles de preparar con esta crepera Le Creuset de hierro esmaltado tan completa con su rastrillo y espátula que disfrutaréis haciéndolas en familia.
INGREDIENTES
Para las crepes:
- 500ml leche
- 200gr harina
- 5 huevos M o 4 huevos L
- 1 pizca de sal
- Mantequilla para pincelar la crepera
Para los distintos rellenos:
- Tomates cherries
- Queso parmesano
- Queso mozzarela
- Queso gorgonzola
- Queso emmental
- Nueces
- Nata líquida
- Albahaca
- Pimienta
- Sal
ELABORACIÓN
Ponemos todos los ingredientes de las crepes en un bol excepto la mantequilla y batimos hasta conseguir una mezcla lisa, homogénea y sin grumos. Cubrimos el recipiente con papel film y dejamos reposar en la nevera 30 minutos.
Pasado este tiempo, ponemos la crepera en el fuego y la pincelamos con un poco de mantequilla. Cuando empiece a calentarse, añadimos un poco de la mezcla anterior repartiéndola bien por toda la superficie. Si tenéis una crepera podéis ayudaros con el rastrillo, de esta manera quedará todo el fondo bien cubierto, cuajamos y con la espátula damos la vuelta sin dejar que se dore demasiado. Sacamos y reservamos, así sucesivamente hasta agotar la masa.
Crepes de queso y nueces del libro La cuchara de plata:
Distribuimos distintos tipos de queso en media crepe, en mi caso un poco de parmesano, gorgonzola y enmental, o cualquier otro tipo de queso que funda bien, no conviene excederse o correremos riesgo de que resulten fuertes o saladas. Añadimos unas nueces troceadas. Doblamos la crepe por la mitad y ésta a su vez otra vez por la mitad a modo de abanico, colocamos en una fuente de hornear (o una sartén apta para el horno, como en mi caso, que he usado la sartén skillet para seguir de mientras trabajando con la crepera), así hasta terminar. Añadimos un par de cucharadas de nata líquida encima de cada crepe y gratinamos unos minutos en el horno a 180º.
Crepera de hierro Le Creuset y sartén de hierro Skillet de Le Creuset; en el fondo, libro La Cuchara de Plata
Crepes caprese:
Pincelamos la crepera con un poco de mantequilla, colocamos una crepe y en una mitad ponemos queso parmesano rallado, mozzarella, unos tomatitos cherries cortados por la mitad y previamente salpimentados y unas hojas de albahaca. Doblamos por la mitad, dejamos cocinar un par de minutos a fuego lento para que los quesos se derritan un poco. Doblamos de nuevo por la mitad y damos la vuelta, y dejamos un minuto más para que se dore un poco.
Ambos tipos de crepes servimos inmediatamente.
NOTAS:
- Si estás pensando en hacer crepes saladas, puede interesarte ver la sección despensa, donde encontrarás hongos silvestres en aceite, chutney de tomate o cebolla, etc.
- Una buena opción para dar un toque distinto a la crepe, es rociar con un chorrito de aceite aromatizado, como puede ser el aceite trufado, el aceite de almendras, o el aceite Il Piccante.
- En caso de preferir hacer crepes dulces, la masa será exactamente la misma, lo único que variarás será el contenido de la crepe. En este caso, puede interesarte ver las mermeladas artesanales con sabores variados (también las de sabores más gourmet), el lemon curd ya preparado o el dulce de leche.
Comentarios
Mariela dijo:
Me encantan todos!!! Siempre los hice inventando un poco🙄por lo que les agradezco las recetas verdaderas!
Claudia dijo:
Verás que sí, Pilar! Qué alegría uqe te animes a hacerlos, ya nos contarás :)
pilar dijo:
Me atreveré, pienso ue quedaran deliciosos
Claudia dijo:
Ui, debes probar de hacerlas Maria Carmen!!verás qué fácil y qué ricas! :)
Claudia dijo:
Té animo a ello, Bebés! Están deliciosas :)
Maria Carmen Dilis dijo:
Siempre he querido hacer crepes y nunca me he atrevido, pero despues de leer estas recetas, ya no tengo ninguna excusa para no intentarlo,
Muchas gracias por facilitarnos las cosas con vuestros consejos
Belén dijo:
Deliciosos, sin duda es una receta para hacerla en la primera oportunidad que se presente!! Gracias!!