Nunca había hecho cabello de ángel e incluso creía no ser una gran entusiasta de este mejunje dulzón. Esta receta es una petición especial de doña Claudia que le agradezco especialmente porque un cabello de ángel casero como está mandao es otra cosa, ni punto de comparación con los rellenos de bayonesas industriales que conozco desde que era enana.

Tan ignorante era que no había visto una calabaza confitera o cidra en mi vida y… te impresiona porque parece que te vaya a dirigir la palabra. Por el tamaño y por su carne tan tierna y dulce. Un amor.

El cabello de ángel no es más que la pulpa confitada en azúcar, como una mermelada, de esta calabaza, pulpa que hay que cocer previamente para ablandarla y retirarla de la piel. Pero el proceso, aunque tiene varias etapas, es facilísimo, y el cabello casero os servirá para hacer unos pastissets, cortadillos de cidra o ensaimadas de impresión. Vamos con ello.

Cuenco de cristal Mediterránea y cocotte ovalada Le Creuset

Ingredientes

  • 1 calabaza cidra
  • Agua para cocerla
  • El mismo peso de pulpa de cidra en azúcar (o menos si lo queremos menos dulce)
  • ½ limón sin pepitas
  • 1 palo de canela

Elaboración

  1. Cortamos la calabaza en octavos; hay que emplearse a fondo porque la piel es durísima. Hay quien directamente recomienda tirarla al suelo para romperla. Qué pena.
  2. Ponemos los pedazos en una olla u ollas, cubrimos con agua y cocemos a fuego bajo, tapada, por lo menos una hora hasta que la pulpa esté tierna.
  3. Sacamos de la olla y escurrimos. Cuando la calabaza se pueda tocar sin quemarnos, retiramos las semillas que tiene; se quitan con facilidad, pero hay que tener cuidado con algunas pequeñas que son del mismo color que la pulpa.
  4. Con un tenedor, rascamos bien la carne, dejando solo la piel, y la vamos poniendo en un colador colocado sobre un bol para que escurra el líquido que ha absorbido en la cocción. Tendremos que tirar el líquido en algún momento para que siga escurriendo.
  5. Cuando la pulpa de la calabaza ya no suelte más líquido la pesamos. Seguidamente, pesamos el mismo peso obtenido, pero de azúcar, o algo menos si queremos el cabello de ángel menos dulce.
  6. Ponemos la pulpa y el azúcar con un palo de canela y medio limón en una cocotte y llevamos a ebullición.
  7. Cocemos a fuego bajo, tapadito, hasta que se aprecie que el cabello de ángel tiene ese color canela o ámbar tan característico y se vean las hebras translúcidas.
  8. Si al llegar a este punto aún queda algo de líquido, destapamos la olla y cocemos un poco más hasta que se reduzca.
  9. Dejamos enfriar, retiramos la canela y el limón, y envasamos. Dura lo mismo que una mermelada; si no lo envasamos en tarros esterilizados lo tendremos que conservar en la nevera.

Tarros de cristal herméticos Luigi Bormioli

¿Os ha parecido difícil? No lo es, hacer cabello de ángel solo requiere algo de planificación, pero de tan sencillo os preguntaréis por qué no lo hicisteis antes. A por ello.

Autor de la receta: Miriam de El invitado de invierno

Comentarios

Mila dijo:

No encuentro la calabaza cidra por ninguna parte,me podrían decir dónde comprarlas.

María dijo:

Como dice Isabel, el horno es lo mejor, me lo recomendó mi suegra,,y así lo hice, en un plis plas estaba lista para pelar sin esfuerzo,,a mi no me gusta encontrarme los hilos del cabello la trituré con la batidora y quedó una mermelada riquísima, lista para una infinidad de pasteles!

Isabel Morales dijo:

Siempre había echo el cabello de angel de la misma manera, hasta que una amiga me explicó que poniendo las calabazas lavadas y enteras en el horno, resultaba mucho más fácil pelarlas y se aprobechaba mucho más la pulpa, ya que se rasca un poco con una cuchara y queda la cáscara finísima.
Hay que esperar hasta que empiezan a dorarse y se agrieta la piel.

Lucia Elizabeth dijo:

Acá en Chile le llamamos Alcayota y tambien hacemos un dulce al que le agregamos nueces . Se hacen unas empanaditas con ese relleno y son muy exquisitas.

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