No sé si a vosotros os pasará lo mismo, pero hay días que me apetecen muchos platos de cuchara, guisos con mucho sabor… Aunque no siempre dispongo de todo el tiempo que quisiera para llevarlos a cabo. Hoy os traigo una de esas recetas que no solo nos hacen disfrutar mientras la degustamos, sino que se hace en un santiamén. Un Guiso de garbanzos con verduras y harissa que podéis tener listo en menos de 30 minutos.

¿Cómo os quedáis? Lo sé, a cuadros. Y mira que yo era la mujer “anti olla rápida”, pero nada como darle la oportunidad a estos utensilios que nos facilitan la vida mucho. Esto no significa que no me gusten los guisos hechos a fuego lento, todo lo contrario, me fascinan. Pero debo reconocer, que hay semanas que por mucho que quiera llegar a todo, no me es posible.

Para esas temporadas de locos, que todos tenemos, os recomiendo probar esta maravilla que os va a sorprender mucho en cuanto a sabor y texturas. Además, se trata de una receta que podemos hacer apta para veganos si usamos caldo de verduras y cambiamos el yogur griego por yogur vegetal.

¿Dónde reside la magia de este plato? Ciertamente, el conjunto entero es todo un acierto, pero para aquellos que no conozcáis la harissa, permitidme presentaros a uno de los ingredientes que ya no podrán faltar en vuestra despensa.

¿Qué es la harissa?

La harissa es una pasta de chile originaría de Túnez. Los chiles llegaron a Túnez durante la ocupación española en el siglo XVI y, desde aquel momento, comenzó a tomar un papel importante en su gastronomía.

De hecho, se considera uno de los principales condimentos tunecinos, puesto que se utiliza en gran parte de sus elaboraciones como guisos y sopas o para condimentar carne y verduras.

La palabra harissa proviene del árabe y significa “romper en pedazos” o “golpear”.

El proceso de elaboración de la pasta harissa puede variar dependiendo de la región donde se lleve a cabo. La base de esta pasta consta de chiles, ajo, sal y aceite de oliva. A partir de aquí, se pueden añadir otros elementos que aportan mucho aroma y sabor como el comino, cilantro, cebolla, tomate… Incluso pueden añadirse chiles ahumados para aportar un aroma más intenso y agradable.

Esta pasta de chiles también se utiliza en la cocina de Oriente Medio, Israel y Marruecos.

Llevando a cabo el guiso de garbanzos con verduras y harissa.

Como os comentaba más arriba, esta receta no nos llevará más de 30 minutos tenerla lista para poder disfrutarla. Muchas veces, si nos organizamos bien y hacemos uso de utensilios de cocina como la olla rápida, podemos disfrutar de recetas maravillosas, saludables, invirtiendo poco tiempo en su proceso.

Los garbanzos los tendremos cocidos en 12-15 minutos dependiendo de su calibre. En mi caso he usado la misma olla rápida para saltear las verduras, pero si queréis ir adelantando trabajo, podéis saltearlas en una sartén aparte mientras se cuecen los garbanzos.

Una vez tengamos esto listo, solo tendremos que incorporar todo en la olla rápida y… ¡5 minutos de cocción! Mientras ponemos la mesa y preparamos alguna que otra cosa, tendremos preparado este increíble guiso. Lo que os decía, ya no hay excusas para comer bien ;)

Ingredientes para 4 raciones

Para el guiso de garbanzos:

  • 400 g garbanzos Pedrosillanos, cocidos (160 g garbanzo seco, aproximadamente)
  • 1 cebolla dulce, grande, cortada en trozos
  • 4 dientes de ajo, grandes, aplastados
  • 1 berenjena, cortada en cubos de 2,5 cm aproximadamente, con piel
  • 1 pimiento rojo (de los de asar), cortado en trozos grandes
  • 300 g patatas baby, sin pelar y cortada en cuartos
  • 250 g salsa de tomate casera (receta en este enlace)
  • 750 g caldo de pollo y verduras
  • 3-4 cucharaditas de harissa
  • 1 cucharadita de comino en polvo
  • ½ cucharadita de jengibre en polvo
  • pizca de canela en polvo, ⅛ cucharadita aproximadamente
  • 2 hojas de curry secas (si disponéis de frescas, mejor)
  • 10 orejones
  • zumo de media lima grande
  • sal y pimienta negra molida, al gusto
  • aceite de oliva suave

Para servir:

  • yogur griego sin azúcar o crème fraîche
  • cilantro fresco, picado
  • rodajas de aguacate

Elaboración

Preparamos los garbanzos.

  1. Llena un bol grande con agua e introduce los garbanzos dentro junto con una pizca de sal. Deja en remojo durante la noche, el tiempo ideal sería de 8-10 horas.
  2. Al día siguiente escurre muy bien y lava con abundante agua fría. Reserva.
  3. En la olla exprés WMF Perfect Premium, cuece los garbanzos con suficiente agua para cubrirlos sin sobrepasar la marca de cantidad máxima que podemos ver en el interior de la olla.
  4. Cierra la tapadera de la olla, gira la rueda de la tapadera a la posición 2 y coloca a calor alto.
  5. Una vez que el anillo de cocción suba hasta el primer anillo verde, coloca el temporizador y cocina durante 12 minutos. Es importante controlar durante la cocción que el anillo verde no suba ni baje, debe mantenerse en esa posición.
  6. Una vez finalizado el tiempo de cocción, apaga el calor y retira la olla de la fuente de calor.
  7. Libera el vapor y abre la tapadera.
  8. Volcamos sobre un colador, escurrimos y enjuagamos con agua fría para detener la cocción.
  9. Reservamos.

Salteamos las verduras.

  1. En la misma olla exprés WMF Perfect Premium, añade un buen chorro de aceite de oliva, suficiente como para cubrir la base de manera generosa.
  2. Coloca a calor medio y deja que adquiera temperatura.
  3. Añade la cebolla y sofríe durante 4-5 minutos. Incorpora el ajo, que aplastaremos con el lateral de un cuchillo, y pochamos durante 5 minutos más. No debe adquirir una tonalidad muy dorada o tostada.
  4. Incorpora el pimiento rojo junto con la berenjena, un poco de sal y pimienta negra. Sofríe hasta que las verduras adquieran una textura ligeramente tierna, no en exceso.

Terminamos de cocinar el guiso de garbanzos y harissa.

  1. Añade las patas baby cortadas en cuartos o mitades, dependiendo de su tamaño, junto con la harissa, la salsa de tomate, las especias y el caldo.
  2. Pon la tapadera de la olla, gira la rueda de la tapadera a la posición 1 y coloca a calor alto.
  3. Una vez que el anillo de cocción suba hasta el primer anillo verde, coloca el temporizador y cocina durante 5 minutos. Es importante controlar durante la cocción que el anillo verde no suba ni baje, debe mantenerse en esa posición.
  4. Una vez finalizado el tiempo de cocción, retira momentáneamente del calor. Libera el vapor y abre la tapadera. Comprueba que las patatas están tiernas y, en caso contrario, deja al calor durante 2 minutos más (en mi caso tardó 5 minutos exactos).
  5. Incorpora los garbanzos cocidos junto con los orejones troceados y el zumo de lima, remueve ligeramente y deja a calor suave, sin tapar, durante 5 minutos. Prueba y rectifica sal o especias en caso de ser necesario.

Servimos.

  1. Con ayuda de un cucharón, servimos el guiso de garbanzos y harissa en platos hondos o boles. En mi caso, he usado estos platos de Revol.
  2. Acompañamos con un poco de yogur griego sin azúcar o crème fraîche. Espolvoreamos con cilantro fresco picado y unas rodajas de aguacate.
  3. Servimos enseguida.

Notas

  • En mi caso he usado la variedad de garbanzos Pedrosillanos, es posible que un garbanzo de calibre superior requiera de un mayor tiempo de cocción, alrededor de 15 minutos. Lo ideal es ir comprobando su ternura para evitar que se cuezan en exceso.
  • Es importante y necesario remojar los garbanzos durante la noche para ablandarlos y reducir el tiempo de cocción. Además, de ese modo permite activar la actividad enzimática, haciéndolos mucho más fáciles de digerir.
  • En la receta de Moqueca de salmón, os dejé cómo hacer una salsa de tomate maravillosa. En mi caso he usado esa receta, pero podéis usar la que normalmente hacéis en casa.
  • El caldo que usemos puede ser de pollo y verduras o bien, solo de verduras si lo preferimos. Siempre os recomiendo usar caldo casero, pero en caso de que no os fuera posible, podéis usar caldo comprado.
  • Os aconsejo no omitir la pasta de harissa, aporta un punto de picante maravilloso, además de un sabor increíble.
  • En este tipo de guisos, me gusta mantener la piel de las berenjenas, pero podéis retirarla si lo deseáis.
  • Las patatas baby aportan una textura maravillosa, nada que ver con las patatas normales. Además de no ser necesario retirarles la piel gracias a que es muy fina y agradable de comer.
  • Si no os gusta alguna de las especias, podéis omitirla, aunque os aconsejo mantenerlas siempre que os sea posible.
  • Los orejones se pueden omitir o sustituir por otro fruto seco, como por ejemplo ciruelas secas.
  • Podemos conservarlo refrigerado y dentro de un recipiente hermético durante 3-4 días. No os aconsejo congelarlo debido a la presencia de patata, este ingrediente no soporta bien el proceso de congelado.

Como ya pondréis, estoy deseando poder ver vuestras fotos con este Guiso de garbanzo y verduras con harissa. Os doy mi palabra que os va a sorprender. Además, podemos servirlo como plato principal, plato único o para acompañar alguna otra elaboración.

Receta basada en Cupful of kale
Autora de la receta: Eva de Bake Street

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