No sé a vosotros, pero a mí no se me ocurre una combinación mejor que la de chocolate con nueces. Y si a esta mezcla, que ya es deliciosa, le añadimos una buena base de masa casera, pues tenemos... ¡la mejor tarta de chocolate, nueces y masa quebrada del mundo!
Os prometo que no exagero ¿eh? Bueno, la verdad es que no soy nada imparcial, porque a mí este tipo de tartas me vuelven loca, pero es que me parece que con una buena base de masa quebrada cualquier relleno queda espectacular, y con poco esfuerzo vamos a conseguir una tarta increíble, que nos haga quedar como auténticos profesionales ante los nuestros.
Eso sí, ¡para mí es fundamental que la masa quebrada sea casera! No se tarda nada en prepararla, incluso si lo hacemos a mano, y la diferencia con cualquier masa comprada es abismal. Con un sabor a mantequilla súper delicado, crujiente y quebradiza… ¡un bocado delicioso!
Si ya tenemos una base espectacular, lo siguiente es un relleno a la altura: nueces y chocolate… ¿Se os ocurre algo mejor? ¡Porque para mí es difícil! Una mezcla de nueces y nata que le darán un punto crujiente, coronada por una ganache de chocolate negro, que aporta cremosidad y un sabor intenso… ¡Sublime!
Ya sólo nos falta una decoración bonita, que ahí sí que os dejo manga ancha, podéis hacerla como más os guste (que no se diga que soy una mandona, jejeje) y lo más importante: un buen molde, como esta maravilla de Revol, que no solo es precioso, sino que además proporciona un horneado estupendo y es tan bonito que va directamente del horno a la mesa.
Bueno que ¿os he convencido? ¡Pues vamos a por la receta!
Molde redondo de porcelana Revol, cuchillo de acero carbono Pallarès, ramequines cerámicos Emile Henry y cuchara de madera de olivo para harina Bérard
Ingredientes
Para la masa quebrada:
- 225 gr de harina
- 2 cucharadas soperas de azúcar glass
- 150 gr de mantequilla fría
- 1 huevo grande
- Ralladura de una naranja
Para el relleno:
- 125 gr de nueces peladas
- 2 huevos medianos
- 100 ml de nata líquida
- 80 gr de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el ganache de chocolate:
- 165 gr de chocolate negro
- 140 ml de nata líquida (mínimo 35% materia grasa)
- 35 gr de mantequilla
Elaboración
- Comenzamos preparando la masa quebrada.
- En un bol tamizamos la harina y mezclamos con el azúcar y la ralladura de naranja (podemos rallar la naranja ayudándonos de un rallador como el de Microplane)
- A continuación le añadimos la mantequilla, fría y cortada en trozos, y mezclamos frotando con los dedos, sin amasar, hasta conseguir una textura arenosa.
- Añadimos el huevo, y trabajamos la masa lo mínimo posible, solo hasta que las migas se unan y formen una bola. Si la masa quedase demasiado seca podemos añadir una cucharada de agua, pero solo si fuese necesaria.
- Si utilizamos la KitchenAid, colocamos el accesorio pala y a velocidad 2 mezclamos la harina, la mantequilla, el azúcar y la ralladura de naranja, solo el tiempo necesario para obtener una textura arenosa. A continuación añadimos el huevo y trabajamos la masa lo mínimo posible, solo hasta que las migas se unan y formen una bola, añadiendo una cucharada de agua si fuese necesario.
- Sacamos la masa del bol y ayudándonos de un rodillo, estiramos la masa hasta obtener una lámina de unos 3 cm de grosor aproximadamente, y con un diámetro ligeramente mayor al del molde.
- Envolvemos en papel film y llevamos al frigo para que repose durante, al menos 30 minutos, aunque lo ideal sería unas 2 horas.
- Una vez pasado este tiempo, precalentamos el horno a 180ºC.
- Sacamos la masa de la nevera y la colocamos sobre el molde ligeramente engrasado, sin estirarla, solamente adaptándola al molde suavemente.
- Cortamos el exceso de masa que sobresalga del molde.
- Pinchamos la superficie de la masa con un tenedor para evitar que salgan burbujas, cubrimos con papel de hornear y, sobre este unas bolas para hornear.
- Metemos al horno precalentado durante 15 minutos.
- Transcurrido este tiempo sacamos del horno, retiramos el papel y las bolas de hornear, y metemos al horno otros 10 minutos más.
- Mientras se hornea la base, preparamos el relleno de nueces. Si tenemos las nueces con cáscara, las pelamos ayudándonos de un cascanueces, hasta obtener los 125 gramos necesarios.
- Una vez que tengamos las nueces peladas las trituramos groseramente, por ejemplo con un mortero. Es decir no hace falta que queden muy trituradas, solo que los trozos de nuez no sean muy grandes.
- Batimos los huevos con el azúcar, añadimos la nata, las nueces y el extracto de vainilla y vertemos esta mezcla sobre la masa una vez que termine el tiempo de horneado.
- Devolvemos al horno durante 30 minutos más, hasta que veamos que el relleno está doradito.
- Una vez transcurrido el tiempo de horneado, sacamos la tarta del horno y la dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Mientras se enfría la tarta vamos preparando el ganache.
- Con un cuchillo bien afilado troceamos el chocolate en trozos más bien pequeños, y lo colocamos en un recipiente resistente al calor.
- En otro recipiente calentamos la nata, bien en el microondas o bien al fuego, hasta que comience a hervir, momento en el que la echamos sobre el chocolate y con unas varillas removemos bien, hasta que éste se funda por completo y nos quede una mezcla homogénea.
- En ese momento añadimos la mantequilla troceada y mezclamos hasta que quede perfectamente integrada.
- Vertemos el ganache sobre la tarta mientras este esté todavía caliente, ya que así será más fluido y por tanto más fácil de extender.
- Una vez que enfríe el ganache llevamos la tarta a la nevera durante al menos 2 horas.
- Transcurrido este tiempo podemos decorar la tarta como prefiramos, yo en este caso lo he hecho con cacao puro en polvo, más ganache, virutas de chocolate y nueces.
- Podemos tomar esta tarta recién sacada de la nevera, con lo que el ganache estará más duro, o a temperatura ambiente (mi favorita) con lo que el ganache estará más fundente.
Molde redondo de porcelana Revol, ramequines cerámicos Emile Henry, cuchara de madera de olivo para harina Bérard y cuchillo de acero carbono Pallarès
Notas
- Veréis que os recomiendo estirar la masa quebrada antes del reposo en la nevera, contrariamente a como se suele recomendar, pero para mí es mucho más cómodo ya que exige menos esfuerzo. En cualquier caso podéis hacerlo cuando vosotros prefiráis.
- Con la proporción de nata-chocolate que utilizo en la ganache, el resultado es una cobertura de chocolate fundente pero no excesivamente cremosa. Si preferís una ganache más cremosa no tenéis más que aumentar la proporción de nata hasta añadir la misma cantidad de nata que de chocolate.
Espero que os animéis a preparar esta tarta, porque os prometo que no os vais a arrepentir. Y, así entre nosotros, si no os apetece preparar la masa quebrada en casa y ponéis una comprada…no será lo mismo, pero no me voy a chivar a nadie, jejeje.
Comentarios
Leticia Revelando Sabores dijo:
Idabel, no habría ningún problema en sustituir las nueces por cualquier otro fruto seco, el que prefieras, aunque personalmente creo que quedaría muy bien con avellanas. Un besote, Leticia.
Idabel dijo:
Buenas noches, si hacemos esta tarta con avellanas o almendras el resultado sería el mismo?
Un saludo
Muchas gracias