Llega el otoño y con él, siempre de la mano, una de las protagonistas indiscutibles de esta temporada, ¡la calabaza! A modo de pequeño homenaje, hoy quiero compartir una receta muy fácil de hacer, un plato de pasta con calabaza y crema de parmesano que es sencillamente delicioso y que podéis preparar en cualquier ocasión y con cualquier tipo de pasta.
Enormemente versátil, fuente de vitaminas y minerales esenciales, y aliada indiscutible de nuestro sistema inmunitario, creo que la calabaza es un ingrediente que siempre nos sorprende. Me resulta fascinante ver como su sabor cambia según como se cocine, aunque tiene la virtud de resultar siempre la mar de rica.

Ingredientes
- 300 g de pasta fresca (la que más te guste)
- 500 g de calabaza cacahuete (pelada y cortada en dados)
- Media calabaza cacahuete cortada en rodajas (sin pelar)
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- Tomillo fresco (unas ramitas)
- 2 dientes de ajo
- 500 ml de nata para cocinar 18% m.g. (si lo prefieres, puedes usar leche evaporada)
- 100 g de parmesano rallado
- Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
- Hojas de salvia fritas (para decorar)
Preparación
- Precalienta el horno a 200º C.
- Coloca las rodajas de calabaza en una bandeja antiadherente para horno, rocíalas con un chorro de aceite de oliva virgen extra y sazónalas a tu gusto con sal y pimienta negra recién molida.
- Lleva la bandeja al horno y asa las rodajas de calabaza durante unos 35-40 minutos, hasta que veas que los bordes están dorados y la carne está tierna.
- Mientras la calabaza se asa, empieza a preparar la salsa. Pon a calentar a fuego suave tu cocotte Calabaza de hierro fundido Le Creuset y añade la calabaza cortada en dados, junto con la nata para cocinar, los dos dientes de ajo y el tomillo.
- Añade sal y pimienta negra a tu gusto, remueve bien y tapa la cocotte. Cocina durante unos 20 minutos, siempre a fuego lento.
- Transcurridos los 20 minutos, destapa la cocotte y sigue cocinando hasta que la calabaza esté tierna y veas que la crema ha reducido a la mitad.
- Mientras tanto, pon abundante agua a hervir en una olla, para cocinar la pasta.
- Retira los ajos, quítales la piel y vuelve a ponerlos en la crema. Retira las ramitas de tomillo y tritura la salsa hasta que la calabaza y la crema se hayan integrado y la salsa presente un aspecto suave.
- Ahora añade el queso parmesano rallado y remueve con suavidad hasta que se funda y se incorpore a la salsa. Prueba la salsa y rectifica de sal y pimienta si fuera necesario. Tapa la cocotte para que la salsa se mantenga caliente.
- Añade sal al agua de la olla y cocina la pasta fresca hasta que esté al dente.
- Pon una cucharada de salsa en cada plato hondo, reparte la pasta y añade más salsa por encima.
- Coloca dos o tres trozos de calabaza asada en cada plato y ralla una generosa cantidad de parmesano por encima. Sirve caliente, con unas hojas de salvia fritas o con unas pipas de calabaza tostadas.

Sugerencias
- Verás que, en esta ocasión, hemos usado placas de lasaña, pero puedes usar otro tipo de pasta.
