He visto y usado los cuchillos Pallarès toda mi vida. Han corrido en la cocina de mis abuelos y de mi madre. Aún recuerdo entrar a alguna tienda del pueblo cogida de la mano de mi mamá para ir a comprarlos. Estoy acostumbrada a ellos y les tengo cariño, y por ello fue un placer y una ilusión, debo admitirlo, incorporarlos a la tienda.

Pero cuando se tiene tanto cariño a algo a veces cuesta ser objetiva, así que le pedí a Virginia, autora de Sweet&Sour, que ya que hace semanas que los usa en su cocina (¡desde que nos preparó estas deliciosas fotos!), nos diera su opinión sobre ellos. Así que con ésa os dejo.

Hasta hace unos meses los cuchillos Pallarés eran para mi unos auténticos desconocidos. Reconozco que los veía en prestigiosos blogs extranjeros formando parte del atrezzo de sus fotografías. Los miraba con ojos de deseo, pero tan solo era eso, un deseo, porque solo lograba localizarlos en tiendas on line, también extranjeras con altos costes de envío.

Así que como os podéis imaginar cuando Claudia, de “Claudia&Julia”, se puso en contacto conmigo para formar parte del proyecto de lanzamiento de estos cuchillos, y me contó que los fabricaban en Solsona (Lérida) por una empresa familiar, no daba crédito.

Parece mentira que un producto artesano y de tanta calidad como los cuchillos Pallarès fuesen hasta hace un mes escaso, casi unos auténticos desconocidos para la gran mayoría del público que no vivimos en la zona.

La historia de los cuchillos Pallarès se remonta a 1917, cuando los hermanos Pallarès comenzaron a fabricar estos cuchillos y navajas en el pueblo Leridano de Solsona. Desde entonces, estos cuchillos han formado parte de la historia de las distintas generaciones de las familias de la comarca, y actualmente se siguen fabricando de la misma forma artesanal por esta empresa familiar, dirigida ya por la tercera generación de los hermanos Pallarès. Sin duda para Solsona Pallarès es una marca que ha dejado una huella especial en esta localidad.

Cada uno de estos cuchillo se fabrica y afila a mano por maestros artesanos. Este es uno de sus secretos. Este y el hecho de utilizar materiales de primera calidad, como son el hierro (acero carbono) de su hoja y las maderas de boj y haya de sus empuñaduras.

El hierro a diferencia del acero empleado por la mayoría de cuhillería que se comercializa, resulta más ligero, y mantiene el filo en perfecto estado durante más tiempo.

Lo primero que llama la atención de estos cuchillos es su particular diseño. Nada que ver con los cuchillos tradicionales. Un diseño de seguro innovador para la época en que comenzaron, pero que hoy continua estando vigente, porque aúna tradición y diseño en esos mangos de madera de boj redondeados.
Sin embargo la cosa no queda ahí. La primera cuestión que me llamó la atención cuando los tuve en mi mano, fue lo ligeros que resultan y por ello lo sencillo que es utilizarlos. A la hora de pelar alimentos, es casi como una extensión de la propia mano.

El mango con esa redondez se adapta a la perfección a la mano y resultan como os digo fáciles de usar, tanto en la cocina como en la mesa (de hecho, ese mismo diseño de cuchillo existe con hoja de acero inoxidable, pensado para su uso en la mesa).

En cuanto a los modelos con mango de haya son igualmente ligeros, y si os soy sincera los utilizo casi tanto o más que los de mango de boj, porque tienen una medida ideal para cortes algo más grandes, como carne y verduras de mayor tamaño.

Para el afilado de estos cuchillos de acero carbono, es recomendable el uso de las piedras de afilar, que mantendrán el filo en perfecto estado.

Tan solo hay que tener en cuenta que cuando los usemos debemos secarlos perfectamente y, si no los vamos a usar en un tiempo, conviene extender una gotita de aceite para protegerlos. Por lo demás doy fe que estos cuchillos pasan de generación en generación, como ocurre con las cocottes de hierro y otros productos de calidad. Adquiriendo con el tiempo una pátina que los hace especiales.

Y lo mejor, se trata de cuchillos de calidad con un especial diseño, a un precio ajustadísimo para un producto de estas características. Porque siempre nos han dicho que los cuchillos buenos, son caros. Y esta regla se quiebra con los Cuchillos Pallarès, que nos ofrece calidad a precios totalmente razonables.

Así que no me queda más que agradecer a Claudia & Julia el haber introducido los cuchillos Pallares Solsona en su catálogo, que hasta hace poco más de un mes, se podían encontrar antes en los mercados americanos y neozelandeses que en nuestro propio mercado.

Claudia Ferrer

Comentarios

Ines dijo:

Hola. Teniu ganivets per tallar pernil? El classic jamonero ?

Juan Garcia Giner dijo:

Cuchillos y navajas funcionales de una calidad excelente y con precios muy acequibles.
Su morfologia hace de ellos una firma unica

Alba dijo:

Son los mejores cuchillos del mercado. Mi abuelo estuvo vivendo con la familia Pallarès en Solsona durante su juventud. Allí aprendió a afilarlos como hacían ellos.En casa solo ha habido estos cuchillos en la cocina, van fenomenal.

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