Hace tiempo que descubrí esta receta de bolitas de queso de yogur en aceite de oliva virgen extra y tenía muchas ganas de compartirla con vosotros. Hay que ser organizado y paciente a la hora de prepararlas, pues el yogur tiene que drenar por sí solo y la cosa lleva entre dos y tres días. Pero salvo esta nimiedad, preparar este aperitivo tan chulo y sabroso es cosa de coser y cantar. Además, una vez listas, las bolitas de queso de yogur duran hasta tres semanas en la nevera en perfecto estado de revista. Eso si no dais cuenta de ellas antes. Todo depende de lo aficionados que seáis a este tipo de bocado.

Haceos con un buen pan, del de verdad, rebanadlo, tostadlo y servid con él estas bolitas de queso de yogur en aove. Veréis qué ricura. A nosotros nos encanta acompañarlas de otras tapas y raciones, porque el picoteo nos pierde. No obstante también nos pueden servir para solucionar una cena informal veraniega con una buena ensalada de hojas verdes o, simplemente, de unos tomates aliñados a su vera. No escatiméis en la calidad del aceite, pues ya sabéis que cuando se trata de recetas sencillas es importante cuidar estos detalles para que el resultado sea óptimo.

Tarros herméticos de cristal Luigi Bormioli, platos de porcelana Laura Ashley y paños de cocina Laura Ashley

Ingredientes (para 30 unidades)

  • 750gr de yogur griego
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de guindilla
  • 4 ramas de romero fresco
  • 8 ramas de tomillo fresco
  • 500ml de aceite de oliva virgen extra

Molde cerámico Kitchen Craft, platos de porcelana Laura Ashley, malla para escurrir y prensar Gefu y cuchillo de acero carbono Pallarès

Elaboración

  1. Antes de comenzar con la preparación de esta receta es importante poner a punto una malla de escurrir y prensar, así que lo primero que tenemos que hacer es hervirla en una cacerola con abundante agua durante 10 minutos. Con esto la esterilizamos y nos aseguramos de mantener las distancias con posibles bacterias y otros microorganismos. Escurrimos la malla con cuidado de no quemarnos y la extendemos sobre una tabla de madera para evitar pringar demasiado la zona de trabajo.
  2. En un recipiente hondo mezclamos el yogur griego con la sal y removemos a conciencia hasta que quede bien incorporado. Volcamos el yogur griego sazonado en el centro de la malla, recogemos los laterales y atamos con hilo de bramante u otro tipo de cordón.
  3. Colgamos esta especie de hatillo dentro de la nevera y dejamos drenar el yogur durante 2-3 días o hasta que no gotee más. Colocamos un recipiente hondo debajo para que recoja todo el suero, que podemos usar para hacer bizcochos, galletas, panes y otras elaboraciones.
  4. Una vez seco el yogur, antes de retirarlo de la nevera, preparamos la condimentación. Para ello picamos las guindillas y las hojas de romero y las mezclamos con las hojas de tomillo, que no hace falta picar. Si nos gusta mucho el picante, dejamos las semillas de las guindillas en la mezcla, de lo contrario las retiramos y desechamos.
  5. Por otro lado lavamos bien un par de tarros de cristal herméticos y llenamos sus bases con aceite de oliva virgen extra. Con las manos bien limpias tomamos pequeñas porciones del yogur y boleamos. Depositamos en los tarros, espolvoreando cada capa con un poco de la condimentación de guindilla, romero y tomillo.
  6. Cuando hayamos llenado los tarros del todo, cubrimos con aceite de oliva virgen extra, cerramos y guardamos en la nevera hasta el momento de servir. Cuanto más tiempo transcurra, más sabrosas estarán las bolitas de queso de yogur pues irán absorbiendo los aromas y matices de las hierbas y la guindilla.

Tarros herméticos de cristal Luigi Bormioli, malla para escurrir y prensar de Gefu y paños de cocina Laura Ashley

Autora de la receta: Carmen de Tia Alia

Claudia Ferrer

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