Bizcocho de fresas y chocolate blanco

Este bizcocho de fresas con chocolate blanco se convirtió hace un tiempo en uno de mis favoritos. ¡No puedes imaginar lo riquísima que está esta receta! La jugosidad que toma el bizcocho, junto con el sabor de las fresas asadas, hace que cada bocado sepa a gloria.

Hace un tiempo os compartí ya mi descubrimiento con la receta de Pan de plátano y fresas. ¡La verdad es que recibimos muchos comentarios y mails hablando de lo delicioso que quedaba esa receta! Así que, en vistas que tenemos gustos compartidos y que ese tipo de sabor os gusta, os animo hoy a preparar este bizcocho delicioso de chocolate blanco y fresas con azúcar moreno. ¡Espero que lo disfrutéis tanto como la anterior receta (¡O más!).

Para hornearlo, nada mejor ni pieza más bonita que la bandeja de porcelana Revol. No sé si sabéis que todas las piezas REVOL son hechas a mano en Francia, y hechas para durar. En este caso, es precioso saber que las asas están fundidas en el mismo molde (es todo una sola pieza), para mantenerlas fuertes y robustas. Para la receta os recomiendo usar ésta de Revol con asas o la fuente Caractère, con la misma calidad de horneado, de 18x26.

Ingredientes

• 240 g de harina de repostería
• 200 g de azúcar moreno
• 110 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
• 2 huevos XL
• 2 cdtas de levadura química
• 1 cdtas de sal
• 2 cdtas de extracto de vainilla puro
• 120 g de yogur natural o de vainilla
• 120 ml de leche (mejor leche entera), a temperatura ambiente
• 140 g de chocolate Valrhona Dulcey*
• 1 taza de fresas frescas, cortadas en cuartos
• Azúcar glas (para decorar)

*El chocolate Dulcey es un tipo de chocolate rubio o blanco caramelizado, conocido por su sabor suave y dulce, con notas de galleta y leche condensada. Si no disponéis de él, podéis simplemente sustituirlo por un chocolate blanco de calidad, aunque os recomiendo encarecidamente añadir a la mezcla, aparte del chocolate blanco, una cuchara generosa de leche condensada (podéis reducir entonces un poco el azúcar, yo añadiría 170 g en lugar de los 200 g) y una cucharita de postres de caramelo salado.

Preparación

1. Precalienta el horno a 180 grados. Engrasa con mantequilla todo el molde Revol de aprox 20 x 20. Para engrasa, ayúdate de un pincel o pasa un papel de cocina para repartir la mantequilla, y enharina a continuación el molde, retirando el exceso de harina.
2. En un gran bol amplio o en el bol del KitchenAid, tamiza la harina, la levadura y la sal.
3. Con ayuda de una batidora (o ya con el KitchenAid, con el accesorio varillas), bate el azúcar moreno y la mantequilla hasta obtener una masa cremosa.
4. Añade los huevos, uno a uno, sin añadir el segundo hasta que esté el primero integrado.
5. Añade el extracto de vainilla de Madagascar.
6. Añade el yogur y luego la leche. Bate hasta obtener una consistencia suave.
7. Ahora, añade gradualmente la harina tamizada con la levadura y la sal. No dejes de batir hasta homogeneizar -puede que te lleve un minuto.
8. Para la máquina o batidora y incorpora el chocolate (cortado en trozos grandes) y las fresas cortadas en cuartos. Puedes mezclar con una espátula, con movimientos suaves e envolventes desde el borde hacia adentro, para repartir el relleno por la masa. Pero mezcla lo mínimo, no queremos que la masa pierda el aire que has ido incorporando durante el batido.
9. Transfiere la masa al molde Revol preparado.
10. Hornea durante 30 a 35 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. Retira del horno y dejar enfriar a temperatura ambiente (recuerda no dejar sobre el mármol frío directamente, siempre sobre una rejilla enfriadora o un paño de cocina, para evitar golpes térmicos).
11. Antes de servir, espolvorea azúcar glas y sirve. ¡Verás qué tierno y húmedo! Y si quieres convertirlo en postres de domingo, acompáñalo de una bola de helado de vainilla.

Notas