Es difícil encontrar algo más rápido, sencillo y rico de preparar en la cocina que unas galletas caseras (sobre todo si contamos con algún par de manos “extra” que se apuntan prestas a la tarea). Recetas de galletas hay una infinidad, pero por lo general cada cual tenemos una que se distingue por encima de las demás, nuestra receta de galletas favorita, la que nunca falla. En nuestro caso, y después de un largo e indiscutible reinado de las típicas cookies con chips de chocolate, estas galletas de chocolate tipo brownie son nuestra última debilidad.

Y no sólo por el hecho de que vengan bien cargaditas de chocolate (y del bueno, del que nos gusta comer así, directamente), sino precisamente por eso; elegir tu chocolate a conciencia marcará enormemente la diferencia en el resultado final. A fin de cuentas, este ingrediente solo —protagonista por partida doble gracias al chocolate fundido de la masa y a los trocitos de chocolate extra que añadimos al final—representa casi la mitad (o sin el “casi”) del contenido de cada una de estas galletas de chocolate, por lo que parece más que comprensible que sea necesario prestarle una especial atención a su elección.

Otra de las virtudes de estas chocolateadas galletas reside en su irresistible textura; si te gusta un buen brownie tanto como a mí comprenderás perfectamente de qué hablo. Me refiero a esa miga densa y tierna al mismo tiempo, suave y fundente, repleta de sabor e intensidad que cuando menos te obliga a entrecerrar los ojos y a veces hasta puede llegar a dejarte sin palabras. Lo estás viendo, ¿verdad?

Y por si todo esto fuera poco, ¿Qué me dices de su aspecto? Ese color, ese brillo, esas grietas irregulares que cruzan caprichosamente su superficie, no hacen más que augurar buenos momentos (y si son en buena compañía, mejor aún). Decidido pues. Aquí te espero con un par de estas y un vasito de leche para que me cuentes tu experiencia de primera mano.

GALLETAS DE CHOCOLATE TIPO BROWNIE

Cuchillo de cocina Pallarès de acero carbono con mango de Boj, tabla de madera T&G y bol de porcelana Laura Ashley

Ingredientes (para 24 galletas)

Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario

  • 225 g de chocolate de buena calidad (50%-70% cacao, según preferencia personal)(1), finamente troceado
  • 55 g de mantequilla sin sal
  • 135 g de azúcar moreno integral de caña
  • 1 cucharadita de extracto puro de vainilla
  • 2 huevos (L)
  • 85 g de harina de trigo de uso común
  • 12 g (2 cucharadas rasas) de cacao puro en polvo, desgrasado y sin azúcares añadidos
  • 1 cucharadita de levadura química (tipo Royal)
  • 1 cucharadita de sal
  • 75 g de chips de chocolate(o chocolate troceado)
  • Sal en escamas (opcional)

Extracto de vainilla NoMu, bandeja antiadherente para horno De Buyer, conjunto de 6 cucharas medidoras KitchenCraft y rejilla enfriadora extra grande Nordic Ware.

Elaboración:

  1. Precalentamos el horno a 180ºC (eléctrico y sin aire) y colocamos dos rejillas de horno, una en el tercio superior y la otra en el tercio inferior(2).
  2. En un cuenco mediano resistente al calor, colocamos el chocolate finamente troceado y la mantequilla y los fundimos al baño maría sobre un cazo mediano con agua a fuego medio-bajo (sin dejar que llegue a hervir), removiendo constantemente con unas varillas. Es muy importante que nos aseguremos de que la base del cuenco nunca llegue a tocar el agua; el chocolate ha de fundirse gracias al calor del vapor, la temperatura del agua es demasiado alta para entrar directamente con contacto con el recipiente donde tenemos el chocolate, que acabaría por estropearse por el exceso de calor. El cazo para baño maría de Nordic Ware hace esta tarea verdaderamente sencilla y segura. Si lo preferimos, también podemos fundir chocolate y mantequilla en el microondas, siempre a potencia media y comprobando y removiendo con una espátula a intervalos de 30 segundos para evitar que el chocolate se acabe quemando. Una vez fundidos y combinados, dejamos que la mezcla se temple mientras seguimos con el proceso.
  3. En un cuenco pequeño aparte, añadimos la harina, el cacao, la levadura química y la sal y removemos con unas varillas hasta combinar por completo. Reservamos.
  4. En el cuenco de nuestra amasadora eléctrica, equipada con el accesorio de varillas (o en un cuenco amplio aparte con unas varillas preferiblemente eléctricas),batimos los huevos junto con el azúcar y el extracto de vainilla a velocidad media-alta durante unos 4-5 minutos hasta que la mezcla adquiera una consistencia esponjosa y suave. Es muy importante incorporar suficiente aire a la mezcla en este punto para conseguir esa superficie craquelada tan atractiva en nuestras galletas.
  5. Seguidamente, añadimos el chocolate y la mantequilla fundidos (punto 2), que ya se habrán templado un poco, y combinamos ahora ya con suavidad hasta conseguir una mezcla homogénea.
  6. A continuación, agregamos la mezcla de ingredientes secos que teníamos reservados (punto 3) y, ahora ya a mano si hemos estado trabajando con la amasadora eléctrica, con ayuda de una espátula de silicona los incorporamos suavemente, empleando sólo los movimientos necesarios hasta que no queden restos visibles de harina. Obtendremos una masa visiblemente más fluida que la masa de otro tipo de galletas (como las de mantequilla o las típicas cookies con chips de chocolate), pero los suficientemente densa como para trabajar con ella sin problema.
  7. Colocamos entonces unos 27 g aproximadamentede masa por galleta (una cucharada más o menos colmada) sobre un par de bandejas antiadherentes para horno(2), como ésta de DeBuyer con la que no necesitaremos usar papel sulfurizado para hornear, con unos 5 cm de separación entre una y otra. Para facilitar esta tarea podemos servirnos de una cuchara pequeña de helado o una pistola a presión (sin boquilla decorativa). Si no disponemos de ninguno de estos accesorios, podemos usar también un par de cucharas soperas, procurando que las porciones de masa queden más o menos redondeadas. Para mayor comodidad, podemos engrasar ligeramente las cucharas con spray desmoldante o una fina película de aceite de sabor neutro (como girasol, por ejemplo).
  8. Una vez dispuestas nuestras porciones de masa sobre las bandejas, repartimos los chips o trocitos de chocolate,presionándolos ligeramente sobre la masa(3). Si la masa se hubiera endurecido un poco (esto dependerá del tipo de chocolate que hayamos elegido(1) y del tiempo transcurrido desde que lo fundimos; si hemos colocado las porciones de masa con ayuda de dos cucharas, se tarda algo más de tiempo y el resultado es menos uniforme) y queremos que nuestras galletas tengan una forma más o menos homogénea, podemos aplastar las porciones de masa ligeramente con las mismas manos e incluso suavizar con las yemas de los dedos las irregularidades más visibles que puedan tener. Aun así, yo personalmente encuentro del todo cautivador el aspecto rústico de las galletas caseras.
  9. Finalmente horneamos nuestras galletas durante unos 10-12 minutos (según las prefiramos más tiernas por dentro o más cocidas; a mí personalmente me encantan blanditas en el centro como los brownies, así que las dejo menos tiempo), intercambiando las posiciones de las bandejas a mitad del tiempo de horneado. Su aspecto no nos relevará cuándo están ya hechas, así que conviene pecar de prudentes y no excedernos con el tiempo en el horno, pues si se hacen en exceso quedarán resecas y perderán totalmente su encanto.
  10. Retiramos del horno, dejamos caer unas cuantas escamas de sal sobre nuestras galletas (si nos apetece darles ese punto salado que os aseguro que es todo un acierto) y las dejamos reposar sobre las bandejas durante unos 5 minutos antes de transferirlas a una rejilla enfriadora con ayuda de una espátula plana para que terminen de enfriarse (recién salidas del horno son aún algo frágiles). Aun así, si “se escapa” alguna antes de enfriarse del todo, yo no se lo voy a contar a nadie…

 

 

Notas:

  • (1)Cuanto mayor sea el porcentaje de cacao del chocolate que elijamos, además de mayor intensidad de sabor, más densa quedará la masa de nuestras galletas conforme se vaya enfriando. Aun así, una vez en el horno, se fundirá de nuevo sin problema.
  • (2)Si no disponemos de dos rejillas y/o dos bandejas antiadherentes, hornearemos nuestras galletas por tandas (la masa sobrante puede quedarse en el cuenco a temperatura ambiente entre tanda y tanda). Si vamos a usar una bandeja de horno convencional, sí habremos de recubrir la base con un tapete de silicona o con papel sulfurizado para hornear. En este caso, la bandeja irá en la posición central del horno en el momento de introducir las galletas y tendremos que dejar la enfriar antes de volver a por la siguiente tanda.
  • (3)Hay quien prefiere añadir los chips de chocolate directamente en la masa (en el último paso) en lugar de acomodarnos en cada una de las galletas ya formadas. La diferencia es que pueden no quedar tan visibles (esto es sólo una cuestión estética), algunas galletas pueden ir más cargadas de chocolate que otras y, en el caso de que caiga alguno en la base de la galleta, éste se fundirá al contacto con la bandeja del horno y quedará un hueco en la galleta. Además, si utilizamos pistola a presión para dosificar la masa, podrían quedarían atascados.
  • También podemos refrigerar la masa de las galletas durante unos 30 minutos una vez combinados todos los ingredientes; de esta manera, podremos incluso manipularla directamente con las manos a la hora de repartir las porciones.
  • Si quieres tus galletas de chocolate aún más chocolateadas o con un extra de textura, prueba a añadir algunos chips de chocolate más a cada galleta (puedes hasta duplicar la cantidad). También puedes no añadirlos en absoluto, aunque no te lo recomiendo; te perderías una experiencia del todo indescriptible.
  • Aunque acabaremos con una textura y un sabor algo diferentes, podemos sustituir la mantequilla por aceite de oliva. Conseguiremos unas galletas verdaderamente interesantes e igualmente deliciosas.
  • Si te parecen muchas galletas, puedes dividir perfectamente las cantidades por la mitad.
  • Se conservan a temperatura ambiente en un recipiente hermético resguardadas de aire durante unos 3 días.
  • Recuerda: 1 cucharadita = 5 ml; 1 cucharada = 15 ml.

 

No te dejes llevar por las apariencias; tardarás menos en hacer y disfrutar estas deliciosas galletas de chocolate tipo brownie que en leer la receta (ya sabes lo que me gusta compartir con vosotros cada detalle de mi experiencia con el proceso de las recetas que os traigo). Y ahora, ¡a disfrutar se ha dicho!

 

Un abrazo,

Rosa

Autora de la receta: Rosa Mª Lillo de Pemberley Cup&Cakes
Claudia Ferrer

Comentarios

Raquel López dijo:

Hola, buenos días:
Os sigo hace tiempo y tengo muchas recetas vuestras y creo que ya lo he comentado en alguna ocasión. No podríais poner las recetas con algún enlace que te genere el pdf para imprimirlas? sería muy práctico.
Muchas gracias, y de paso, Felices Fiestas a todos

Silvia de Recetasenmimaleta dijo:

Yo hago una casi casi igual, la diferencia es que no le pongo el cacao en polvo ni los chips. A veces le pongo una cucharadita de café instantaneo.
Voy a probar con esta receta que tiene una pinta estupenda. Y buena recomendación lo de incorporar la harina fuera de la máquina para no desarrollar el gluten y que no queden duras ni correosas.

MARIA DEL CARMEN dijo:

Muy ricos.
Creo que hay que tamizar los ingredientes secos, ya que tanto e cacao como el polvo de hornear forman pequeñas bolitas que sólo con tamiz pueden sacarse.
El otro punto que modificaría es el de mezclar con espátula la masa final. Para mí, mezcla mejor la batidora/amasadora.
Saludos.

María Eva Pereyra dijo:

Muy bueno todo muchas gracias saludos

Eva dijo:

Uhmmmmm, el punto de la sal me encanta! Voy a probar a hacerlas, ya te diré😘😘😘

El Desván de Galatea (Elena) dijo:

En mi blog tengo una receta muy parecida a esta. Os dejo enlace http://eldesvandegalatea.blogspot.com/2013/06/galletas-brownie.html?m=0
Besos

Margalida dijo:

espero que te gusto

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