Si algo tiene la cocina es la gran cantidad de recetas que se pueden versionar. Buena prueba de ello es esta tarta Tatin de tomates cherry con cheddar, adaptación salada de una de las tartas de manzana más representativas de la pastelería francesa y, sin duda, uno de sus errores más acertados. El resultado de esta receta, en la que la tarta Tatin cambia de registro, es un claro aprobado con nota alta, ¡muy alta!, porque os prometo que está increíble.
El punto intenso y ligeramente agrio del queso cheddar, ingeniosamente escondido entre dos capas de hojaldre, marida de maravilla con la dulzura de los cherris y de las chalotas, haciendo que cada bocado de esta tarta sea mejor que el anterior. La combinación es totalmente acertada, consiguiendo una tarta rústica de sabores exquisitos.
Como en la Tatin original, uno de los pasos de la receta es caramelizar. Así que no hay mejor opción para preparar la tarta desde el principio hasta el final que un molde de hierro fundido como la bandeja para Tarta Tatin Le Creuset. Con ella podemos caramelizar el azúcar en el fuego, añadir todos los demás ingredientes y acabar la tarta en el horno, sin tener que cambiar de utensilio. Y como es tan bonita, es perfecta para presentar nuestra Tatin directamente en la mesa antes de darle la vuelta.
Estoy convencida de que esta Tarta Tatin de tomates cherry con cheddar os va a gustar tanto que la querréis repetir y versionar a vuestro gusto, añadiendo vuestras especias o aromáticas favoritas o cambiando el queso cheddar por alguno de vuestros preferidos.

Ingredientes
Para 6-8 raciones
- 2 uds. de masa de hojaldre redonda*
- 1 taza de queso cheddar curado rallado
- 700 g de tomates cherry
- 2 cucharadas de AOVE
- 5-6 chalotas cortadas en rodajas finas
- 50 g de azúcar blanco
- 50 ml de agua
- 1 cucharadita de escamas de chile
- 1 cucharadita de vinagre balsámico
- Sal al gusto
*Para la tarta necesitamos dos bases redondas de hojaldre, con un diámetro algo mayor que el del molde. Si haces tú el hojaldre, tan solo tendrás que cortarlo; pero puedes comprar la masa refrigerada en el supermercado, ya sea en formato redondo o rectangular. Si la compras redonda, asegúrate que sea de mayor tamaño que el de tu molde.
Preparación
- Reparte el cheddar rallado sobre una de las láminas de hojaldre y coloca la otra encima, presionando todo el contorno con los dedos para que se pegue bien y se forme una especie de bolsillo de queso.
- Haz dos cortes en el centro de la masa y reserva en la nevera para mantenerla en frío mientras preparas los demás ingredientes.
- Calienta el AOVE a fuego medio en tu sartén skillet Le Creuset pequeña. Cuando esté caliente, añade las chalotas cortadas en rodajas finas y sazona a tu gusto. Cocina las cebollas durante unos 8-10 minutos, hasta que empiecen a dorarse y estén tiernas. Retira del fuego y reserva.
- Calienta el horno a 220º C.
- Pon en el fuego el molde de hierro fundido para tarta Tatin Le Creuset (a fuego medio) y añade el azúcar, el agua y las escamas de chile.
- Cuando empiece a hervir, mueve el molde inclinándolo, para que se mezclen agua y azúcar (no remuevas con una cuchara para evitar que se pegue el azúcar).
- Deja que se haga el caramelo, moviendo cada medio minuto más o menos, hasta que veas que cambia su color, Ha de ser dorado, con la intensidad del jarabe de arce.
- Apaga el fuego, añade el vinagre balsámico y mueve la bandeja de nuevo para que se integre por completo.
- Ahora pon los tomates en el molde y reparte la chalota por encima.
- Saca el hojaldre de la nevera y disponlo cubriendo los cherris y la cebolla.
- Hornea a 200º C durante unos 25-30 minutos, hasta que veas que el hojaldre está dorado.
- Cuando esté, deja que entibie un poco antes de darle la vuelta. ¡Lista!

Sugerencias
- Si usas láminas de masa rectangular o haces tú el hojaldre, en lugar de comprarlo refrigerado, lo ideal es marcar la masa poniendo el molde boca abajo, para que te sirva de guía. Después has de repartir el cheddar y colocar otra lámina de masa encima, presionando el contorno para que se pegue bien. Puedes volver a marcar el hojaldre con el molde y cortar un círculo de masa algo mayor que el borde marcado.
- No dejes de hacer esta receta, porque es una delicia. Y como siempre comento, adáptala a tu gusto, Creo que puede ser fantástica con distintas especias o aromáticas, desde orégano, pimienta negra o verde, incluso un poco de canela, romero, tomillo o, por qué no, curri.
- Y lo mismo con el queso; siéntete libre de rellenar el hojaldre con el que prefieras. Con un buen azul, como el Stilton o el Roquefort seguro que también está increíble.
