Tarta de yogur griego sin horno

¡Doy gracias de haber descubierto esta receta sin hornear, sin azúcar y realmente fácil de hacer! Es vistosa y deliciosa: esta tarta de yogur griego sin horno es todo un acierto. La base se prepara en minutos con dátiles y nueces, queda firme y deliciosa, y no necesitas ni horno ni complicaciones. Sobre ella se extiende yogur cremoso y fruta fresca, creando un postre ligero que sorprende por lo vistoso y lo rápido que resulta de hacer.

Lo mejor es que puedes adaptarla a tu gusto: hoy te la presento solo con fresas, aunque a menudo la combino con frambuesas; también puedes presentarla con arándanos, melocotón… cualquier fruta de temporada combina a la perfección. Es una opción ideal para tener un postre bonito y nutritivo en menos de media hora, perfecto para reuniones familiares, celebraciones o simplemente para darte un capricho sin remordimientos.

¿Qué me dices? ¿Te animas a hacerla? Es un postre ligero y de lo más bonito. ¿Con qué la presenterás tu a la mesa? ¡Cuéntame tu opinión en comentarios!, me encanta leeros.

Ingredientes

Para la base

• 2 tazas de nueces pecanas crudas
• 10 dátiles Medjool, remojados 10 minutos en agua templada y sin hueso
• ¼ cucharadita de sal fina

*Para una tarta exprés, puedes usar masa refrigerada (ver notas)

Para el relleno

• 400 g de yogur griego natural (mejor si es espeso)
  
• Fresas, lavadas y cortadas por la mitad, en cuartos o laminadas (puedes alternar o cambiar por frambuesas, frutos del bosque, arándanos, melocotón...)
• 2 cucharadas de miel

Preparación

1. Prepara la base. Para ello, tritura las nueces en un robot de cocina o una picadora, hasta que queden como una harina gruesa. Añade los dátiles y vuelve a triturar hasta obtener una masa que se pueda compactar con los dedos. No te pases triturando para que los frutos secos no suelten demasiado aceite.
2. Coloca la masa en un molde para tartas de 23–24 cm con base desmontable (yo he usado uno redondo Kaiser WMF, puedes usar si prefieres uno rectangular). Presiona bien con los dedos o con el dorso de una cuchara hasta cubrir el fondo y los laterales de manera uniforme.
3. Mete el molde en el congelador unos 10 o 15 minutos para que coja firmeza.
4. Vamos con el relleno. Saca la base del congelador y extiende el yogur griego por encima, procurando que quede una capa uniforme. Añade las frambuesas y las fresas por la superficie y termina con un hilo de miel.
5. ¡Y a servir! Desmolda, y corta con un cuchillo, limpiando la hoja en cada corte (así ofrecerás una mejor presentación porque si no, quedarán migas de la base en la capa de yogur). Usa una pala fina de tarta para sacar las porciones sin que se rompan.

Comentarios y consejos

• Si prefieres una base más tradicional, puedes seguir la receta usando masa brisa casera (harina con mantequilla) o usar masa brisa o de hojaldre refrigerada. En estos casos tendrás que hornearla previamente, antes de añadir el yogur.
• Puedes variar la fruta según la temporada: melocotón, kiwi, cerezas...
• Para una versión vegana, sustituye el yogur griego por yogur vegetal cremoso, y la miel por sirope de arce.
• ¡Esto te encantará! Si quieres darle un toque distinto, añade una cucharada de coco rallado a la masa de dátiles y nueces.
• La tarta aguanta un rato a temperatura ambiente, pero lo ideal es guardarla en la nevera hasta el momento de servir.
• Para los más golosos, queda deliciosa con unas virutas de chocolate negro por encima.
• Creo que disfrutar del sabor y acidez del yogur griego en contraste con la base dulce y la miel es delicioso. Pero si te gustan las tartas más dulces mezcla el yogur con unas cucharadas de azúcar antes de añadirlo a la tarta.