Beatriz, autora de To Be Gourmet, nos propone un risotto con un color y sabor deliciosos y sorprendentes, ideal para preparar a tu pareja en un día especial o para sorprender a tus amigos con un risotto fuera de lo común.

Aunque hay fechas especialmente señaladas en el calendario, siempre es buena ocasión para sorprender a nuestra pareja con una cena romántica, con o sin velas, pero con imaginación en la mesa, cuidado en los detalles, los tonos e incluso los ingredientes.

Los frutos del bosque tienen un encanto especial y me parecen perfectos para bordar un plato o para protagonizarlo, como en esta maravillosa receta que encontré en el libro “La cuchara de plata”, que es siempre una magnífica fuente de inspiración.

risotto de arándanos


Ingredientes (para dos personas)

750 cc de caldo de verduras
40gr de mantequilla
½ cebolla picada fina
175gr de arroz
80cc de vino blanco de calidad
100gr de arándanos
50ml de nata líquida
Parmesano rallado
Sal

Preparación

He elegido la paellera de hierro Carbone Plus de Buyer para elaborar este risotto porque me parece ideal para llevar a la mesa, prescindir incluso de los platos y compartirla con tu pareja tomado, si hay confianza, el arroz directamente de ella. En su defecto podemos también servirlo en unos platos bonitos, poco a poco, según nos va apeteciendo.

Llevamos el caldo a ebullición. Mientras tanto, fundimos la mantequilla en la paellera, echamos la cebolla y la rehogamos 5 minutos hasta que quede tierna. Añadimos el arroz y removemos unos segundos para que se impregne de mantequilla.

Vertemos el vino y dejamos que se evapore a fuego medio. Reservamos unos pocos arándanos para adornar y añadimos el resto al arroz. Incorporamos un poco de caldo y dejamos cocer removiendo un poco hasta que evapore. Poco a poco los arándanos se van deshaciendo y soltando su zumo, responsable del vistoso color de esta receta.

Volvemos a añadir más caldo, y así hasta que el arroz esté hecho. En función de la intensidad del fuego este proceso nos puede llevar entre 20 y 30 minutos.

Una vez cocido incorporamos la nata y removemos. También podemos hacerlo directamente en el plato, ayudados con una jarrita donde la llevemos caliente, y allí mismo rallar el parmesano y decorar con arándanos.

También podemos compartir tareas, uno añade la nata y otro ralla el queso y coloca los arándanos.

Está permitido ofrecer alguno a la boca del otro comensal.

Espero que lo disfrutéis, ¡Y que cada día sea San Valentín!

Beatriz

Comentarios

Claudia dijo:

Me encanta ver que te haya inspirado tanto la receta, Esther! Ya nos contarás qué tal resulta y lo contentos que acaban los invitados. Lo de presentarlo en las minis me parece genial :) Saludos!

Claudia dijo:

Hola Victoria,
cómo me alegro que resultase tan bien el pastel!! La verdad es que es rico y gusta a todos, todo un acierto! Ahora a por más ;) Saludos, Claudia

victoria dijo:

He visto el pastel individual de pollo y lo he preparado tal cual lo dices,solo que el relleno lo hice aprovechando un resto de pisto(no llegaba a una ración)y una pechuga de pollo asado de Mercadona,que son tan jugosas que en mi casa ya no se pelean por los muslos.Le añadí el resto
de productos y salió riquísimo.Es una forma de aprovechar restos con una presentación espectacular.

Esther dijo:

Me encanta esta receta, voy hacer una cena especial, se trata de que los invitados coman sin ver lo que tienen en el plato ( les pondremos un antifaz, no me fío mucho de que no los abran si no lo llevan…jejeje). Y este plato es perfecto, distintos sabores, texturas, olores…. Y lo pondré en mis maravillosas mini cocotte. Quedara genial y les encantará. Gracias por las sugerencias

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