¡Hoy comemos pechuga para dos! Sí, comer pollo puede tomar un toque romántico si se trata de una receta hecha con cariño para el día de San Valentín (¡o cualquier día del año!). La verdad es que pocas recetas conozco que resulten tan ricas y tan fáciles: estas pechugas rellenas de queso e higos secos, y aún barnizadas con mermelada para enfatizar ese contraste con lo dulzón, resulta en una receta inolvidable.
Si algo sé es que, si la pruebas, repetirás... ¡Y todos te pedirán más! Porqué, si hay una forma de convertir un plato sencillo en algo especial, es jugando con los contrastes. Y esta receta lo hace de maravilla: el pollo jugoso se combina con la cremosidad del queso de cabra y el dulzor de los higos, todo envuelto en una capa dorada y barnizada con mermelada para darle ese toque irresistible.
Lo mejor es que no necesitas grandes complicaciones para prepararla, pero el resultado parece sacado de un restaurante. Es la receta perfecta para sorprender a alguien (¡o para darte un capricho sin excusas!). ¿Te animas?

Ingredientes
- 2 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
- 2 cucharadas de aceite de oliva, divididas
- 170 g de patatas baby
- 1/2 bulbo de hinojo mediano
- 1 chalota
- 1 cucharada de mermelada de higo
Para el relleno:
- 2 cucharadas de queso de cabra cremoso (a temperatura ambiente)
- 2 higos secos, finamente picados (aproximadamente 2 cucharadas)
- 1 cucharadita de tomillo fresco picado
- 1/8 de cucharadita de sal
- 1/8 de cucharadita de pimienta negra recién molida
Preparación
- Precalienta el horno a 190ºC.
- Limpia y corta las patatas baby por la mitad, y corta la chalota en rodajas finas.
- Retira el corazón del bulbo de hinojo, y córtalo en rodajas finas.
- En un bol pequeño, mezcla el queso de cabra, los higos picados, el tomillo, la sal y la pimienta.
- Con un cuchillo afilado, vamos a hacer el espacio en el que pondremos el relleno: haz un corte en el extremo más grueso de cada pechuga de pollo, creando un bolsillo de unos 7 cm de profundidad y 2,5 cm de ancho (ajustando según el tamaño de la pechuga).
- Con los dedos, rellena cada bolsillo con la mitad de la mezcla de queso de cabra. Presiona suavemente para cerrar la abertura y sazona las pechugas con sal y pimienta.
- Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén de hierro tipo skillet a fuego medio (¡o puedes usar directamente la cocotte en que harás el resto de la receta!). Dora las pechugas durante 2-3 minutos por cada lado hasta que cogen un color dorado (solo queremos sellarlas, se terminarán de hacer en el horno). Retíralas a un plato y resérvalas.
- Calienta la otra cucharada de aceite de oliva en la cocotte de hierro (nosotros usamos hoy la cocotte en forma de corazón), a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, añade las patatas y remueve para impregnarlas todas bien. Con unas pinzas, colócalas con el lado cortado hacia abajo. Esparce las rodajas de hinojo y la chalota por encima de las patatas y sazona con sal y pimienta.
- En un bol pequeño, calienta la mermelada de higo en el microondas durante unos 10 segundos hasta que se vuelva más líquida.
- Coloca las pechugas de pollo sobre las verduras y pincélalas con la mermelada de higo.
- Introduce la Cocotte sin tapa en el horno y hornea durante 20 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas y el pollo completamente cocido.
Cosas a tener en cuenta:
- Si no tienes higos a mano o simplemente quieres variar, puedes probar con dátiles, que son dulces y melosos, ciruelas pasas, que tienen un puntito más ácido y jugoso, pasas o arándanos secos si buscas algo más ligero, manzana o pera caramelizada para un toque fresco y suave, o melocotón seco u orejones, que también quedan genial y tienen una textura parecida. ¡Cualquiera de estas opciones funcionará de maravilla!