Los Chiffon cakes son un tipo de bizcocho típicos de la repostería americana. Normalmente, suelen prepararse en un molde de aluminio con un agujero central y que se inventó precisamente para este tipo de pasteles. Se trata del famoso molde para preparar Angel Food cake y que podéis encontrar aquí.
La diferencia entre el Angel Food cake y los Chiffon cakes es que el primero se prepara sólo con claras de huevo y los Chiffon cakes incorporan también las yemas. Los dos tienen en común que son masas muy aireadas y ligeras y tienen la peculiaridad que no debemos engrasar el molde donde los horneemos y que se deben enfriar bocaabajo para que no pierdan volumen. Por este motivo el molde del Angel Food cake tiene esas patitas tan curiosas.
En la receta de hoy he aplicado la técnica del chiffon cake para elaborar unos pastelitos individuales que son perfectos para cualquier momento del día. El resultado ha sido unos bocados ligeros, suaves y con un punto ácido exquisito.
En su elaboración he utilizado mi Kitchen Aid y los he horneado en el molde de cupcakes de Le Creuset. Este último lo puedes ver en las fotos. ¿Conoces la línea Pâtisserie de Le Creuset? Pues te recomiendo que eches un ojo a la sección de repostería porque seguro que te va a encantar.
Ingredientes (para 12 pastelitos)
- 2 huevos, separadas las claras de las yemas
- ¼ cucharada de postre de cremor tártaro
- 90 g azúcar
- 75 g harina de repostería
- ¼ cucharada de postre de sal
- 40 ml aceite de oliva arbequina
- 1 cucharada de postre de levadura Royal
- 3 cucharadas soperas zumo de limón
- Ralladura de 1 limón
Para el glaseado:
- 125 g azúcar
- 50 ml zumo de limón
Nota: todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente.
Preparación
1. Pon en el vaso de la Kitchen Aid las claras, el cremor tártaro y 45 g de azúcar. Bate a velocidad 6 con las barillas hasta formar un merengue con picos. Cuando lo tengas en su punto, resérvalo en otro bol ya que necesitaremos batir el resto de ingredientes en la KA.
2. Tamiza la harina, 45 g de azúcar, la levadura Royal y la sal. Ponlos en el vaso de la Kitchen Aid junto con el aceite de oliva, las yemas, el zumo y la ralladura de limón. Bate a velocidad 6 con las barillas hasta que doblen el volumen.
3. Añade 1/3 de las claras montadas a la masa anterior y mezcla con ayuda de una espátula. Hazlo con movimientos envolventes para que se integre bien. Añade las claras restante a la masa y mezcla suavemente.
4. Reparte la masa en el molde de cupcakes sin engrasar y hornea a 160º unos 15 minutos. Sabrás que los chiffon cakes están en su punto si al presionar en el centro con el dedo, el pastelito recupera su forma original.
Además, adquirirán un bonito color dorado. Saca la bandeja del horno y ponla bocaabajo sobre unos aros de repostería para que entre aire por la parte inferior y los chiffon cakes puedan enfriarse bien. Déjalos así unos 20 minutos.
5. Mientras los chiffon cakes están en el horno, puedes preparar el glaseado. Pon el zumo de limón y 100 g de azúcar en un cazo. Calienta hasta que el azúcar se disuelva. Deja enfriar 20 minutos. Justo antes de glasear los chiffon cakes, echa los 25 g de azúcar restantes y remueve un poco. Con esto conseguiremos un punto crujiente muy agradable en el glaseado.
6. Cuando los chiffon cakes se hayan enfriado, desmóldalos ayudándote de una pequeña espátula. Ponlos sobre una rejilla y glásealos. Déjalos secar al menos dos horas antes de degustarlos.