Estas galletas de mantequilla se hacen con nuestra churrera, ¿cómo os quedáis? Una churrera es muy parecida a una pistola para galletas en su funcionamiento: un tubo con un émbolo que empuja la masa por un troquel. Un poquito de fuerza y poco misterio.
Estas galletitas son lo que siempre se ha llamado pastas de té, con una consistencia arenosa y que se deshace en la boca por las cantidades ingentes de mantequilla que llevan. Deliciosas y además dejan un aroma en casa que hace feliz a toda la vecindad.
Os damos unos trucos para que salgan perfectas, siguiendo la receta de una de mis webs favoritas, Serious Eats:
- Hay que airear mucho la mantequilla con el azúcar y seguir aireando después de incorporar el huevo.
- Sin embargo, la harina conviene mezclarla a mano, con espátula de silicona.
- Si queremos rizar el rizo (porque nosotros lo valemos), meteremos en la nevera previamente las bandejas que vayamos a utilizar para hornear y, en cualquier caso, no usaremos tapetes ni papel de hornear, sino la bandeja engrasada, sin más.
Y yo añado:
- Es importante que la mantequilla y el huevo estén a una temperatura similar. No conviene que el huevo esté frío de la nevera.
- Probaremos la consistencia de la masa después de añadir la harina; si está demasiado pegajosa deberemos añadir harina de cucharada en cucharada.
Churrera metálica ILSA, bol del robot KitchenAid Artisan, bandeja de madera de acacia T&G y tazas espresso con plato Laura Ashley
Ingredientes (para unas 30 pastitas, según tamaño)
- 225 g de mantequilla ablandada, pero no pomada
- 200 g de azúcar blanquilla
- 1 huevo a temperatura ambiente
- 1 cdta. de extracto de vainilla
- 5 g de sal
- 350 g de harina de repostería
Elaboración
- Calentamos el horno a 175° y metemos dos o tres bandejas de horno en la nevera.
- Ponemos en el bol de un robot amasador con pala la mantequilla y el azúcar. Batimos a alta velocidad hasta que aumente de volumen y blanquee, por lo menos 7 minutos. La mezcla debe mantenerse mate en todo momento, con la mantequilla sin llegar a derretirse. Ojo en verano, porque si la mezcla empieza a brillar meteremos el bol unos minutos en la nevera.
- Añadimos el huevo y seguimos batiendo a alta velocidad, rebañando las paredes de vez en cuando para que se homogeneice perfectamente, otra vez de 5 a 7 minutos, hasta obtener una masa sedosa y aireada.
- Tamizamos la harina y la añadimos al bol. Mezclamos muy someramente con el robot, agregamos la sal y la vainilla, y acabamos de mezclar a mano, con espátula.
- Ojo, porque la consistencia de la masa es importante para que las galletas queden suficientemente sólidas, no se desparramen en el horno y se despeguen bien de la pistola. La masa debe ser adherente y muy blandita, pero no pegarse en exceso a los dedos cuando la toquemos.
- Una vez conseguida la consistencia deseada, con la espátula cargamos la churrera. Acoplamos el troquel deseado y colocamos la tapa.
- Vamos formando las galletas sobre las bandejas refrigeradas y solamente untadas de mantequilla. Esto es lo más delicado: para formar cada pastita no hay que dar un golpe de émbolo completo, sino solo la mitad, es decir, con cada paso completo del émbolo se pueden formar dos galletas.
- Hay que ir cogiéndole el tranquillo para que los tamaños queden parejos, pero es cuestión de práctica. Y esta masa tiene una ventaja: que si alguna galleta nos queda horrorosa, no tenemos más que quitar la masa de la bandeja con una espátula y volverla a meter en la churrera.
- Esta pistola churrera nos permite cambiar de troquel sin haber terminado toda la masa que tenemos dentro, en cualquier momento para hacer una forma distinta.
- Tendremos que cargar la pistola varias veces, pues la cantidad de masa de la receta es mayor que la capacidad del aparatejo.
- Metemos la primera bandeja en el horno y cocemos las galletas 10-12 minutos según la fuerza de cada horno, hasta que estén doraditas por los bordes. Las sacamos y con una espátula de metal las pasamos a una rejilla.
- Llenamos tantas bandejas como sea necesario y cocemos las pastas de igual manera.
Estas pasta de té o galletas de mantequilla son adictivas; la vainilla les da un toque magnífico, aunque también las podemos aromatizar con ralladura de cítricos, triturada bien fina para que no moleste al extruir la masa, o con canela. Aunque yo las he hecho muy sencillas, podemos igualmente adornar las galletitas con sprinkles, con fideos de chocolate, con guindas en el centro o bañarlas en chocolate una vez estén frías. No digáis que no os damos ideas.
Comentarios
Cris dijo:
Probé a hacer ésta receta de galletas y con la pistola Buyer, aunque me costó un poquillo cogerle el truquillo , me salierón bastante bien. La próxima vez probaré a enfriar la masa antes.
Gracias por ésta receta!
Luisa dijo:
Me encantó la receta, haré la prueba porque desde hace tiempo tengo esta máquina y aún no puedo hacer galletitas con ella.
Mia dijo:
Estoy interesada en comprar la pistola de pastas de Buyer . Esta receta vale para la pistola de pastas de buyer? ???
Sino vale por favor indícame donde puedo encontrarlas. Gracias y un saludo
Enrique dijo:
Buenos dias
Si no tengo churrera, como puedo manejar la masa ?
Se puede estirar en la placa de horno y cortala con el cortador ?
Gracias
Claudia dijo:
Hola Laia, la verdad es que con esta receta obtienes una masa muy blanda, dada la cantidad de mantequilla que lleva. Pero debes probar lo de hacer una plancha lisa y cortarla, si manipulas con cuidado debería darte estupendo resultados igualmente (y si por alguna cosa pierde la forma, ricas lo estarán igualmente) :) Saludos!
Laia Capdevila dijo:
Hola! Menuda pinta! Pero yo no tengo churrera ni manga pastelera!! Cómo lo puedo sustituir? La masa seria suficientemente consistente como para hacer una placa de masa y cortar las galletas con cortadores de formas? A ver si la puedo hacer pronto! Gracias!