Asado de conejo con ajo y hierbas

Hoy Miriam, autora de El Invitado de Invierno, nos propone una receta realmente fácil, y que los amantes de las cocciones al horno disfrutaréis: este conejo con ajo y hierbas está delicioso.

Lo ha preparado en una bandeja que nos encanta, la bandeja de hierro de Le Creuset: tiene exactamente el mismo cuerpo que una cocotte de hierro, por lo que comparte las mismas excelentes propiedades de cocción. Por su tamaño es ideal para cocinar grandes piezas, y tiene una presentación excelente, por lo que podemos servir directamente del horno a la mesa.

Este asado de conejo es fácil y efectivo porque hace uso de uno de los más maravillosos ingredientes de la dieta mediterránea: el ajo. Sí, no me miréis así, ¿no adoráis el ajo? Es uno de mis condimentos favoritos y en este plato contribuye a la mayor parte del sabor.

Hoy día los conejos que se encuentran en los comercios suelen ser de criadero, por lo que su carne es algo insulsa. Razón de más para condimentarlos con el ajo, pero eso sí, si tenéis la fortuna de encontrar conejo de monte, no dudéis de que esta forma de cocinarlo da un resultado estupendo y muy sabroso.

Este asado se hace a baja temperatura durante la primera hora de cocción, por lo que una buena fuente de hierro como la que he usado, que recoja y reparta bien el calor, le va de maravilla y consigue que la carne se ase de manera uniforme.

Ingredientes

2 conejos limpios en trozos
1 cabeza de ajos
1 buen chorro de aceite o un poco de manteca de cerdo
1 chorrito de vinagre
350 ml de vino blanco
sal al gusto
tomillo o romero

Elaboración

Pelamos todos los ajos, pero los dejamos enteros.

Ponemos el conejo en la fuente (como esta de Le Creuset, de hierro fundido y vitrificado interior) y lo salamos bien. Lo untamos con el aceite o la manteca. Agregamos los ajos, el vinagre, el vino blanco, algo más de sal para el líquido y las hierbas, si las vamos a usar.

Tapamos la fuente con papel de aluminio y lo metemos una hora en el horno a 130° (con aire) para que el conejo se ase a baja temperatura.

Al cabo de la hora destapamos la fuente y subimos la temperatura a 170° (con aire) para que se dore el conejo. Lo asamos otros 30 minutos y le damos la vuelta para que se dore por igual por ambos lados; lo tendremos otros 15-20 minutos. No debemos pasarnos de cocción porque el conejo se trincha en piezas muy pequeñas que se pueden resecar en exceso si lo tenemos demasiado tiempo en el horno.

Al sacarlo del horno, si nos parece que ha quedado poca salsa, agregamos un vasito de agua hirviendo para desglasar el fondo de la fuente y obtener así más cantidad de salsa.

Servimos el conejo calentito y recién hecho con la guarnición que más nos apetezca; unas patatas al horno hechas al mismo tiempo o unas patatas panaderas le quedan que ni pintadas.