Miriam, autora de El Invitado de Invierno, nos trae una receta que vale la pena practicar desde el primer día que empieza el frío: esta versión de la sopa de ajo te hará entrar en calor, mientras disfrutas de todo su característico sabor. ¡A disfrutar!

No hay nada que apetezca más cuando hace fresquete que una buena sopa, de modo que vamos a prepararnos esta sopa de ajo y boletus.

Con este suculento platillo le damos una vuelta de tuerca a la muy tradicional y algo bastorra sopa de ajo. Para ello eliminamos el embutido y dejamos solo su recuerdo gracias al pimentón dulce. Añadimos en el último momento unos ricos tropezones de boletus y obtenemos una sopa más ligera que la original, y con sabores más suaves y menos agresivos, quizá más del gusto actual.

cazo de cobre de buyer

Cazo de cobre De Buyer y tabla de cortar de madera de olivo Bérard


Ingredientes (para 2 personas)

4 dientes de ajo

25gr de aceite de oliva virgen

½ cdta. de pimentón dulce

1 pizca de comino (facultativo)

75 g de pan sentado (mejor de miga prieta, tipo candeal)

500ml de agua o caldo de carne

sal al gusto

pedacitos de boletus al gusto de cada cual


Elaboración

Esto está chupao y se hace en un pispás. Pelamos los ajos y los laminamos en trozos no muy finos.

Cortamos el pan sentado en rebanaditas finas, que luego sean capaces de absorber el aceite del sofrito. Si el pan está fresco, debemos dejar que las rebanadas se sequen, cortándolas unas horas antes de preparar la sopa. El pan reseco absorbe mucho más líquido que un pan del día.

Ponemos el aceite en una sartén o en un cazo y calentamos suavemente. Agregamos las láminas de ajo y las sofreímos justo hasta que empiecen a dorarse, no más.

Añadimos entonces el pimentón y le damos unas vueltas, nunca debe sofreírse más de un minuto porque puede amargar al requemarse.

Agregamos enseguida las rebanaditas de pan y las removemos con una cuchara de palo para que se impregnen del aceite pimentonado. Añadimos entonces el agua/caldo, salamos, tapamos y cocemos despacito hasta que el pan esponje, por lo menos 8-10 minutos, haya absorbido bastante caldo y se haya puesto meloso; este es uno de los secretos de la sopa de ajo, que el pan se integre.

Probamos la sazón y rectificamos si fuera necesario. Servimos de inmediato en cuencos de barro, que mantienen mejor el calor, y al mismo tiempo agregamos por encima unos tropezones de boletus en cada ración.

boletus o hongos silvestres

Boletus o Hongos Silvestres en aceite de oliva

Tomamos la sopita caliente con un buen vino tinto. El nirvana. Nadie podrá llamaros ordinarios por servir una sopa de ajo dignificada con unos deliciosos boletus, naturales o de conserva en aceite, que están fetén igualmente. Y si además servimos la sopa de ajo a modo de chupito, en pequeñas raciones de aperitivo, ningún cuñado vuestro podrá censuraros. A lo sumo morirá de envidia por vuestro nivel de señorío. Ea.

NOTA: Te recomiendo servir las sopas en soperas individuales, como las que puedes ver aquí.

Comentarios

Jose.M. dijo:

Hola , yo hecho en vez de boletus o caldo de carne ,un huevo batido. Saludos

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