¡Hamburguesas caseras! ¿Quién no tiene claro que son cien veces mejor que las que podemos comprar? Lo son porque elegimos la mejor carne, sin conservantes ni aditivos, y la mezclamos con los ingredientes que más nos gustan, y también porque lo hecho en casa, siempre tiene ese plus de satisfacción que nos enorgullece.
¡Gracias Miriam, autora de El Invitado de Invierno, por invitarnos a estas hamburguesas caseras tan deliciosas!
Qué gusto preparar unas buenas hamburguesas caseras, ¿Lo habéis hecho alguna vez? En mi opinión merece mucho la pena, no solo porque tienes más control sobre los ingredientes, sino porque puedes probar todas las variaciones de sabores que se te ocurran. Y me encanta picar en casa la carne con mi propia picadora, eligiendo estupendos cortes y probando diversas combinaciones.
Creo que al preparar las hamburguesas en casa también se aprecia mejor cómo influyen los distintos ingredientes en el sabor final, así como sus proporciones. Se hace uno consciente de que la carne, una vez picada, se oxida a ojos vistas y pierde su saludable color rosado para adoptar tintes grisáceos poco agradables (por eso las carnes picadas comerciales llevan antioxidantes). Por eso os recomiendo preparar las hamburguesas en el mismo día que las vayáis a consumir y dejar reposar la mezcla lo justo para que se asienten los sabores.
En cualquier caso, una hamburguesa es algo tan simple que lo fundamental para que salga rica es, como podéis suponer, que la calidad de la materia prima sea excelente. Adoptad un carnicero de confianza, os lo recomiendo, de calidad reconocida y probada, y vuestras hamburguesas saldrán fetén. Si podéis permitiros añadir algo de un corte de primera calidad, como el solomillo, no dejéis de hacerlo. Y siempre agregaremos algo de grasa de cerdo en forma de panceta o un corte similar para darle untuosidad a la mezcla y que luego ayude en el dorado, al fundirse en la plancha.
Para mí los ingredientes fundamentales son los que doy a continuación en la receta, pero hay multitud de variantes, desde agregar huevo batido como en los filetes rusos para facilitar que la masa se amalgame perfectamente, hasta añadir diversas especias, como nuez moscada, hierbas, etc., incluso mostaza. No os cortéis, experimentad y desmelenaos.
Ingredientes
- 500 g de aguja de ternera
- 150 g de solomillo de ternera
- 1 loncha gordita de panceta fresca
- 1 ajo
- ¼ cebolla
- perejil (facultativo)
- sal al gusto
- algo de aceite de oliva virgen
Elaboración
- Cortamos la carne de aguja y de solomillo en tiras o trozos que podamos introducir fácilmente en la picadora manual (o la picadora de KitchenAid si disponéis del robot).
- Retiramos la corteza de la panceta. Pelamos el ajo y lo majamos bien. Picamos finamente la cebolla.
- Picamos toda la carne en la picadora, intercalando los pedazos de panceta con el resto de la carne. La ponemos en un bol y la mezclamos con un tenedor. Añadimos el ajo, la cebolla y el perejil si lo usamos. Mezclamos todo perfectamente.
- Cortamos papelillos de unos 10 cm para poder formar sobre ellos las hamburguesas. Colocamos un aro de emplatar u otro tipo de molde de 10 cm sobre el papel y agregamos entre ¼ y 1/5 de la mezcla preparada, según el grosor de hamburguesa que prefiramos. Aplastamos la superficie con los dedos o una cuchara y levantamos el molde. Formamos con este procedimiento todas las hamburguesas hasta terminar la mezcla. También podéis usar una prensa para hamburguesas, con la que siempre conseguiréis el mismo diámetro pero también el mismo grosor, son fáciles de desmoldar y consigues marcar las estrías características en las hamburguesas.
- Calentamos una buena parrilla de hierro a fuego vivo. Cuando esté bien caliente pincelamos cada hamburguesa con aceite de oliva y la ponemos sobre la parrilla. Cocinamos las hamburguesas hasta que estén bien doraditas, por lo menos cinco minutos por cada lado, aunque también depende del punto de cocción que prefiramos.
- Servimos las hamburguesas de inmediato sobre los panecillos acompañadas de los ingredientes que más nos gusten: lechuga, tomate, cebolla, cebolla caramelizada, pepinillos, queso, etc.