Hoy te invito a preparar una receta que me encanta, un guiso de pollo con maíz y salsa cremosa. Me parece una forma realmente deliciosa de cocinar las pechugas de pollo. Quedan estupendas y con un sabor de lo más apetecible. El maíz resulta un compañero de lujo para el pollo y, junto con las rodajitas de chile y el jugo de lima, añade un punto de sabor mexicano, ideal para redondear el plato.
Y ahora voy a confesarte algo. Cuando preparo una receta que me gusta, de esas que disfrutamos todos en la mesa, una de las cosas que más me ilusiona es la "ceremonia de presentación". Llevarla a la mesa no es solo un trámite, es casi la razón de ser del plato. Algo que dejo muy claro siempre con todos los detalles, ya sea poner un mantel con algún estampado que pueda tener relación con el guiso o buscar la cazuela más bonita para la ocasión.
Aquí es donde hace entrada la cacerola baja de hierro Pétalo Le Creuset, que me ha robado el corazón. Una pieza que, además de ser preciosa, tiene todas las virtudes del hierro fundido Le Creuset. El pollo queda marcado y sellado de maravilla, gracias a su fantástica retención de la temperatura, y al ser totalmente de hierro, cuando hay que llevar el guiso del fuego al horno, no hay problema, porque se hace todo sin cambiar de cazuela. Una vez listo el guiso y con la tapa puesta, llevarla a la mesa es siempre motivo de aplausos.
Si un plato es especial, todos los detalles son importantes. Y esta receta de Pollo con maíz y salsa cremosa, cocinada y presentada en la flor más bonita de Le Creuset, es un acierto completo. Espero que la disfrutes tanto como nosotros en casa.

Ingredientes
- 4 pechugas de pollo
- Sal y pimienta al gusto
- 25 g de mantequilla con sal
- 2 dientes de ajo picados finamente
- 1 cebolla morada picada finamente
- 3 mazorcas de maíz desgranadas
- 1 cucharada de pimentón
- 125 ml de caldo de pollo
- 250 ml de nata líquida para cocinar (18% m.g.)
- 125 g de crema agria (en su defecto puedes usar crème fraîche o yogur griego)
- 50 g de queso parmesano rallado
- 1-2 chiles frescos en rodajas
- 2 limas cortadas a cuartos
Preparación
- Pon a calentar a fuego medio-bajo tu preciosa cacerola baja de hierro Pétalo Le Creuset y añade la mantequilla.
- Mientras se calienta, prepara las pechugas, salpimentándolas por ambos lados.
- Cuando la mantequilla haya derretido y empiece a burbujear, pon las pechugas de pollo y fríelas por las dos caras, hasta que estén doradas. En cuanto estén, sácalas de la cacerola sin apagar el fuego y resérvalas en un plato.
- Precalienta el horno a 200 °C.
- Pon en la cacerola la cebolla picada y los granos de maíz, y cocina hasta que la cebolla esté pochada.
- Añade el ajo picado y el pimentón, y remueve un poco para repartirlo. Enseguida añade el caldo y la nata líquida, y remueve nuevamente para que se integre todo.
- Cuando veas que el líquido empieza a hervir, coloca nuevamente las pechugas de pollo en la cacerola.
- Tapa la cazuela y llévala al horno caliente, para que se cocine durante 10 minutos sin quitarle la tapa.
- Transcurridos esos 10 minutos, saca la tapa y deja que el plato se cocine durante 20 minutos más, sin tapar.
- Cuando haya pasado el tiempo y veas que la salsa ha reducido, saca la cacerola del horno con mucho cuidado para no quemarte.
- Saca nuevamente las pechugas de la cacerola y reserva en un plato.
- Añade a la salsa el queso parmesano rallado y la crema agria, remueve ligeramente y vuelve a colocar el pollo en la cacerola.
- Lleva la cacerola a la mesa, para que todos puedan ver lo bonita que es, y sirve el pollo con una buena cucharada de maíz y salsa cremosa. Acompáñalo de unas rodajas de chile y exprime sobre el pollo un gajo de lima para redondear su sabor.
- Para finalizar, añade una cucharada de crema agria, de crème fraîche o de yogur griego. ¡Buen provecho!

