Fue ver un bizcocho de lo más esponjoso cuyos ingredientes anunciaban harina de almendra y limón, y pensar que tenía que ser delicioso -¡Con lo que nos gusta en casa la tarta de Santiago, ese bizcocho apuntaba que me recordaría sin duda a ella, pero con una masa más bizcochona. Así ha sido, ¡Y ha triunfado entre nuestros amigos!
A la harina de almendra y al limón, se le suma como pieza destacable el queso untable (he usado Mascarpone), y el resultado es un bizcocho húmedo con una mezcla de limón y almendra de lo más jugoso y fresco. Dejadlo reposar mínimo dos horas, eso sí, para asentar el sabor del limón (o incluso de un día para otro, veréis como el bizcocho, dándole tiempo, coge más cuerpo y asienta sabores).
La receta la agradezco en este caso a Joaquina, quien la compartió hace muy poquito en nuestro grupo de Facebook "Cocinar con Claudia&Julia". Si no estás en el grupo aún, solo puedo animarte a unirte, porque se comparten recetas, tips, también dudas y se respira un compañerismo y amor del que solo puedo sentir gratitud.
¡Gracias Joaquina por la receta y a todos por hacer del grupo un espacio con tanto encanto!
Molde cerámico Le Creuset Heritage
Ingredientes
- 4 huevos
- 200 g de azúcar
- 250 g de queso Mascarpone (u otro queso cremoso de untar)
- 100 g de harina de repostería
- 180 g de harina de almendra
- 125 g de aceite de girasol
- 1 sobre de levadura química (15 g)
- El zumo y la ralladura de un limón (si da mucho jugo, limitarlo a medio limón)
- (Opcional) Almendra molida y almendra en láminas para decorar
Preparación
- Tamiza la harina con la levadura y luego mezclar con la harina de almendra.
- Precalienta el horno a 180 ºC, calor arriba y abajo.
- En la amasadora KitchenAid, añade los 4 huevos y empezar a batir con el accesorio globo (o con unas varillas manuales en caso de no disponer de robot).
- Añade el azúcar, y bate a velocidad alta hasta que doblen el volumen.
- Sin parar, añade el queso mascarpone y bate hasta que se integre totalmente. Añade a continuación el aceite y el zumo de limón.
- Añade la harina (la mezcla de harinas con la levadura) poco a poco y por último la ralladura de limón. Mezcla para acabar de integrar y para la máquina. Habrás obtenido una mezcla muy húmeda y un punto granulosa si tenías una harina de almendra de molienda gruesa.
- Prepara el molde cerámico, engrasándolo con spray desmoldante o mantequilla.
- Vierte la masa que has preparado en el molde cerámico y muévelo un poco para nivelarlo.
- Decora a tu gusto (opcional, si quieres puedes hornearlo tal cual). Yo he esparcido harina de almendra por toda la superficie y he decorado con almendra molida por todo el perímetro.
- Introduce en el horno a 180 ºC durante 1 hora, en la parte más bien inferior, para darle tiempo a que suba sin hacerse por la parte inferior (puedes taparlo con papel de aluminio de forma holgada para asegurar que no se hace de arriba demasiado pronto, y retirarlo pasados unos 35 minutos).
- Cuando esté hecho, retira del horno y deja enfriar a temperatura ambiente. Deja reposar un par de horas antes de disfrutarlo, para que se asiente el sabor de almendra y de limón.