Miriam, la autora de El Invitado de Invierno, nos trae una receta estupenda para los días en que tienes algún compromiso y buscas quedar bien sin excesivas complicaciones. Esta receta de solomillo de cerdo al vino es fácil de preparar y tiene un sabor estupendo. ¡Te aseguro que repetirás!
Este solomillo de cerdo con vino y salvia es de esos platillos buenos, bonitos, baratos y reconfortantes, que lo mismo vale para un día normal que para una fiesta sin muchas complicaciones.
Se trata de estofar los solomillos largo tiempo a fuego bajo en una buena cazuela, como una cocotte. El sabor a la carne del cerdo blanco, que ya sabemos que es un pelín insulsa, se lo damos con vino blanco, ajo y salvia. El resultado de un proceso tan sencillo es una carne muy tierna con un aroma fantástico a salvia y a ajo. Una receta de fondo de armario.
Cocotte ovalada Le Creuset, tabla redonda MasterClass y platos Textured
Ingredientes (para 4 personas)
- 3 solomillos de cerdo hermosos
- Aceite de oliva al gusto
- 5 dientes de ajo
- 2 ramitos de salvia fresca
- Un poco de tomillo o romero (mejor si es una ramita fresca)
- 300ml de vino blanco dulce o sidra achampanada
- Agua y sal
- 3 cdas. de agua fría
- 2 cdtas. de maizena
- Un chorrito de nata o crème fraîche
Elaboración
- Limpiamos un poco de grasa externa los solomillos de cerdo y salamos.
- Pelamos los ajos y los cortamos en láminas. Reservamos.
- Cubrimos de aceite el fondo de una cazuela grande y de fondo grueso tipo cocotte. Calentamos a fuego fuerte y marcamos los solomillos hasta que estén doraditos por todas las caras. Los sacamos a una fuente.
- En el aceite sobrante sofreímos los ajos a fuego bajo y cuando vayan estando agregamos la salvia y el tomillo o romero.
- Cuando los ajos se hayan dorado devolvemos la carne a la cazuela y agregamos el vino. El líquido debe cubrir más o menos hasta la mitad de los solomillos; añadiremos agua si nos falta líquido.
- Salamos el líquido, tapamos la cazuela dejando solo una rendija para que escape el vapor y cocemos a fuego muy lento por lo menos una hora y media, aunque el tiempo para que la carne esté bien tierna depende de la calidad y del tamaño de los solomillos.
- Cuando la carne esté tierna, cosa que comprobaremos cortando un pedazo y probándolo, la retiramos a una fuente.
- Rascamos el fondo de la cazuela con una cuchara de palo y reducimos un poco la salsa si hubiera demasiada. Hidratamos la Maizena en el agua fría y la añadimos a la salsa. Cocemos un par de minutos para que espese.
- Añadimos la nata o crème fraîche y mezclamos. Probamos la sazón y rectificamos si hiciera falta. Trinchamos los solomillos en lonchas, los devolvemos a la cazuela, calentamos solo ligeramente y servimos con unas buenas patatas fritas o una ensalada, si estáis a plan.
Cocotte ovalada Le Creuset, copas de cristal reciclado Mediterránea y platos Textured
IMPORTANTE: Si os preguntáis si es obligatorio que el vino sea dulce en esta receta, la respuesta es sí. El sabor suave de la salvia casa de maravilla con el punto de dulzor y la salsa queda para mojar arrobas de pan. Buen provecho.
Comentarios
Claudia dijo:
Hola Isabel, Sé que a veces aún no resulta fácil de encontrar. Prueba en herbolarios, allí deberían tenerla (al menos en los que frecuento yo sí disponen de ella). Saludos y suerte en la búsqueda!!
Claudia dijo:
Hola Maria, pues con una horita seguramente tendrás suficiente. A pesar de todo, lo tienes aún más fácil: verás fácilmente si están los cortes hechos o no :) ¡Muy buen provecho!!
Isabel Marzo dijo:
Hola: La receta tiene muy buena pinta pero no sé dónde podría encontrar salvia fresca. Lo he intentado en supermercados y en floristerías pero no he encontrado.
Un saludo
Isabel
Maria dijo:
La receta de solomillos a la salvia me parece muy buena…
Tengo solomillos comprados, pero el carnicero me los cortó en medallones. ¿cuánto tiempo tendré que dejarlos hacerse en la cocotte?