Hoy vengo con una receta muy otoñal, una pizza de calabaza asada y queso que te va a encantar por su contraste de sabores, ya que además de estos dos ingredientes principales, la vamos a redondear con unas aceitunas negras troceadas, ¡y sin hueso!, y con albahaca. Y para darle un toque más crunchy, añadiremos unas pipas de calabaza y unas semillas de sésamo. ¿Qué te parece la combinación?
El contraste entre el dulce de la calabaza asada y el queso fresco con el punto de sazón de las aceitunas y el aroma de la albahaca es algo que has de probar. Es una combinación que te llena la boca con su infinidad de matices. Ingredientes que, dispuestos a voluntad sobre la cama de tomate frito casero y mozzarella, hacen de esta pizza una cena perfecta para los días de pizza.
En esta ocasión usaremos una masa de pizza comprada y la estiraremos bien, para que quede finita y sea mucho más crujiente. Eso, sumado a las pipas de calabaza y a las semillas de sésamo, hará que cada bocado de nuestra pizza sea algo maravilloso.
Como estoy convencida de que tienes muchas ganas de probarla, aquí tienes la receta.
Ingredientes
- 1 calabaza butternut o cacahuete
- 1 lámina de masa de pizza*
- Tomate frito casero
- Mozzarella
- Queso fresco**
- Aceitunas negras troceadas
- Pipas de calabaza
- Semillas de sésamo
*Usaremos una lámina de masa de pizza comprada para ganar tiempo, pero puedes hacer la masa casera de forma sencilla siguiendo la receta que encontrarás aquí.
**Lo mismo que te comento con la masa de la pizza es aplicable al queso fresco. Hacerlo en casa da un resultado maravilloso y es de lo más sencillo. Si te animas, aquí tienes la receta.
Elaboración
- Calienta el horno a 200 °C para asar la calabaza. Córtala por la mitad longitudinalmente y cada mitad pártela de la misma forma en 4 o 6 partes.
- Coloca todas las tiras con la pulpa hacia arriba. Salpimenta ligeramente, añade un hilo de aceite y hornea hasta que veas que los bordes están dorados y al pinchar está tierna. El tiempo dependerá del tamaño de la calabaza, pero puede tardar de 25 a 40 minutos.
- Mientras se asa la calabaza, prepara la base de la pizza estirando la masa para que quede bien fina, con un grosor aproximado de medio centímetro.
- Prepara el resto de los ingredientes: desmenuza el queso fresco, trocea las aceitunas y déjalas escurrir, y lava, seca y corta unas hojas de albahaca.
- Cuando esté la calabaza, retírala del horno y coloca las tiras con cuidado sobre una rejilla, para que enfríen y las puedas cortar.
- Sube la temperatura del horno según las indicaciones de la masa. Si has optado por hacer la masa, calienta a 240 °C.
- Reparte la salsa de tomate sobre la masa y hornea alrededor de 15 minutos, hasta que la veas dorada y esté cocida.
- Mientras se hornea la masa, pela la calabaza asada y trocéala en dados no muy grandes.
- Una vez esté la masa cocida, sácala del horno y dispón la mozzarella, las aceitunas troceadas y los dados de calabaza. Llévala de nuevo al horno durante unos 4 minutos o hasta que veas que la mozzarella se funde.
- Saca la pizza del horno, reparte el queso fresco y espolvorea las pipas de calabaza y las semillas de sésamo. Hornea durante unos 3 minutos más.
- Retira la pizza del horno y reparte las hojas de albahaca antes de servirla.
Notas
- Puedes utilizar la variedad de aceituna que más te guste, pero nuestra recomendación es que utilices una que no sea especialmente fuerte de sabor, ya que el resultado será más harmonioso con una más suave. Una buena opción es la aceituna empeltre e incluso las kalamata. Pero si te encanta la muerta de Aragón no te prives de usarla, aunque sea más fuerte, (puedes poner menos cantidad).
- Si utilizas queso feta, incorpóralo junto a la calabaza, la mozzarella y las aceitunas, ya que es más fuerte y resistirá mejor unos minutos de horneado más.