Uno de los mayores placeres que nos trae el invierno es sin duda disfrutar de una exquisita fondue. Fuera hace frío y las ventanas están empañadas de baho, pero dentro de casa el calor de la llama, el olor a queso fundido y el abrazo de una reunión con familia o amigos, devuelve el calor a estos gélidos meses.
Además puedes optar por recetas más elaboradas o complicadas, pero si te ciñes a los principios básicos de la fondue, es un plato fácil, elegante, riquísimo y muy práctico si no tienes mucho tiempo para improvisar una cena en casa. “Foundir”, abrir una buena botellita de vino ¡y listo!
En casa somos auténticos amantes de las fondues y no es extraño que la última incorporación a nuestra tienda sea la fondue Caro Deer de Khun Rikon. Una auténtica joya de la que os vamos a explicar un poquito más en este post.
Este conjunto de fondue Caro Deer con base Rechaud Modern ha sido diseñado en Suiza y fabricado en Alemania. Se nota en sus perfectos acabados la mentalidad nórdica, ¡no olvidemos que son los auténticos expertos en lo que a fondues se refiere!
Si alguno de vosotros ha tenido la oportunidad de verla de cerca, estará de acuerdo conmigo que es un conjunto con un diseño exquisito y de una calidad excepcional. El cazo, de 23cm de diámetro, es de cerámica blanca con decoración típicamente suiza y se puede usar en cualquier cocina, incluida la inducción. La base está fabricada con madera de cerezo y una rejilla de níquel barnizado para evitar el óxido.
Buzeando por internet he encontrado esta receta original preparada con la Fondue Caro Deer. Intentaré recrearla cuando esté un poquito más recuperada del embarazo. Si algún@ se me adelanta mandadme fotos de presentación. ¡Me encantaría ver la interpretación de la receta de cada uno!
Fondue de tomate y queso con un punto picante y daditos de pan de oliva.
Ingredientes:
30 g de mantequilla
1 pepperoncini o guindilla, lavado, sin semillas y cortado en tiras finas
1 diente de ajo, pelado y machacado
1 cebolla pequeña, pelada y finamente picada
350 ml de vino blanco
4 cucharadas de puré de tomate
3 tomates, lavados, sin corazón y cortados en daditos pequeños
Queso Gruyere 400g
200 g de parmesano
Queso 200g Fribourg Vacherin
Harina de maíz 4 cucharaditas
Kirsch (aguardiente de cerezas)
Pimienta recién molida
¼ cucharada de orégano, finamente picado
1 cucharada de hojas de perejil
Pan de oliva 1 kg, en dados gruesos
Derretir la mantequilla en la cazuela de cerámica, añadir el ajo, la cebolla, los dados de tomate, el puré de tomate y dejarlo a fuego lento durante aproximadamente 1 minuto.
Templar un poquito con vino blanco y luego añadir los quesos. Llevar a ebullición a fuego lento mientras se remueve sin parar.
Disolver la harina de maíz en el kirsh y agregar pepperoncini finamente cortado.
Volveremos a llevar a ebullición mientras removemos de forma continua. Sazonar al gusto con pimienta y añadir orégano y perejil al gusto.
¡Qué aproveche!
Si estáis pensando en qué regalar estas Navidades os invitamos a ver nuestra colección de fondues en Claudia&Julia. Un detalle a tener en cuenta es que casi todas nuestras fondues (menos la mini cocottes) son aptas para usarse en fuego directo. En todos los casos una vez el queso está derretido, podemos servir en la mesa y mantenerla caliente con la llama de la base.
Sin duda un regalo estupendo con el que seguro que derretís el corazón de los amantes del queso y del chocolate fundido… mmmm ¡me encanta bañar trocitos de fruta en chocolate caliente!