Cómo hacer sangría casera paso a paso

Hacer sangría casera de la forma más natural no es nada difícil y tampoco lleva tanto trabajo. Creemos que merece mucho la pena, de modo que os lo explicamos paso a paso.

La sangría es un clásico del verano porque está riquísima, refresca un montón y siempre apetece. Es tan famosa allende nuestras fronteras como la paella, pero en contra de las tropelías que se cometen contra ella en el extranjero y en variados chiringuitos playeros, vamos a aprender cómo se prepara una sangría tradicional con ingredientes naturales y en un momento con los utensilios adecuados.

Ingredientes para la sangría casera

Con la receta de sangría casera, como con cualquier receta muy tradicional, hay grandes polémicas sobre si lleva este ingrediente o no lleva el otro. Nos atrevemos a daros nuestra fórmula, sin daros cantidades exactas, pues entendemos que esto es muy personal, pero con algunas variantes posibles:

• Vino tinto, que no debe ser de mala calidad, aunque tampoco hace falta usar un Vega Sicilia.
• Una pequeña proporción de vino dulce le da un toque delicioso a la sangría.
• Zumo de naranja o de limón natural, recién exprimido, nada de refrescos hasta arriba de azúcares y colorantes.
• Melocotones en trozos grandes.
• Azúcar al gusto, pero mejor no pasarse.
• Canela, si nos gusta (en rama)
• Gaseosa, opcional
• Algún licor como el Cointreau, el vodka e incluso coñac. También opcional.

Opcionalmente: otras frutas, como fresas, pera, albaricoques... Igualmente, 1 lata de gaseosa.

Las medidas son realmente a gusto del consumidor, y hay muy variadas sangrías, pero si la has hecho nunca puedes empezar por la siguiente guía de ingredientes, probarla y adaptarla a tu gusto de dulzor, fuerza y sabor afrutado a tu gusto:

1 L de vino, un vaso de vino dulce, 3 melocotones el zumo de 2 o 3 naranjas (según cantidad de zumo que hagan), el zumo de 1 limón, 1 rama de canela y 3 cucharadas de azúcar. Anímate a añadir 1 nectarina y 1 pera dulce pero firme.

Elaboración paso a paso de la sangría

En mi opinión, para hacer la mezcla de la sangría lo mejor es una fuente o ensaladera grande, donde se pueda remover bien el azúcar para disolverlo, como una buena champagnera o un frutero (el de Affari o el de Le Creuset son ideales para ello), que además por ser de cristal permite ver perfectamente cuándo se ha disuelto el azúcar.

1. Vertemos el vino y los licores, si los usamos, en el recipiente escogido. Agregamos el azúcar y removemos con una cuchara de madera.
2. Exprimimos las naranjas o los limones con un exprimidor y añadimos el zumo al vino.
3. Pelamos la fruta que vayamos a añadir si tiene una piel desagradable, como los melocotones, con un pelador. No veo la necesidad de pelar fruta como la manzana, por ejemplo.
4. Cortamos la fruta sobre una tabla recogejugos (no tires el jugo, añádelo a la sangría) con un buen cuchillo; en trozos más bien gordos es lo más tradicional, aunque hay a quien le gusta más picadita, para lo cual podemos utilizar un cortador especial que nos hace cubitos perfectos en un momento.
5. Añadimos la fruta cortada a la mezcla. Hay a quien le gusta dejar reposar bien la sangría antes de servirla para que la fruta se impregne del líquido; conozco mucha gente que se come la fruta empapada como un manjar.
6. Agregamos igualmente la canela, si nos gusta ponerla.
7. Si vamos a poner algo de gaseosa conviene agregarla en el último momento para que no pierda mucho gas.

La sangría se sirve tradicionalmente en una jarra de cristal, para que se vean las frutillas nadando con sus lindos colores; podemos trasvasar la sangría desde la ensaladera a la botella cuando vayamos a servirla. Aunque si sois pocos en casa y preparáis poca cantidad de sangría, una botella con colador va que ni pintada.

Pero eso sí, lo que es fundamental siempre es que la sangría esté muy fresca, para lo que se suelen añadir cubitos de hielo en abundancia con la antelación justa para que enfríen, pero no dé tiempo a que se derritan por completo antes de servirla.

No digáis que no os damos todas las facilidades para preparar una sangría casera con la que dejar boquiabiertos a propios y extraños este verano. Y con todos los utensilios para preparar y servir la sangría perfectamente.