Si hay un postre que nunca pasa de moda, ese es el flan de caramelo. Pero cuando lo llevamos a su versión más refinada, como en esta Terrina de Crème Caramel, el resultado es aún más especial. Con su textura suave, su irresistible capa de caramelo y ese aroma inconfundible a vainilla, este clásico de la repostería francesa es perfecto para cualquier ocasión, desde una comida familiar hasta una cena más elegante.
Lo mejor de esta receta es que, aunque suene sofisticada, es más sencilla de lo que parece. Siguiendo unos pasos básicos y con ingredientes que seguro ya tienes en casa, conseguirás un postre que hará que todos quieran repetir. Además, los toppings de nata montada, ralladura de naranja y frutas frescas le aportan un toque moderno y fresco que eleva este clásico a otro nivel.
Si estás buscando un postre fácil de preparar pero que luzca espectacular en la mesa, esta Terrina de Crème Caramel es la elección perfecta. Una receta clásica, elegante y siempre deliciosa, ¡que hará que tus invitados se queden con ganas de más!
¡Vamos con la receta! (más abajo tienes la video-receta para ver cómo hacer el paso a paso).
Ingredientes
Para el caramelo:
150 g de azúcar
90 ml de agua
Para el flan:
750 ml de leche entera (3,25% de materia grasa)
1 vaina de vainilla (abierta y con las semillas raspadas)
6 huevos
75 g de azúcar glas
Para acompañar:
310 ml de nata para montar (35% de materia grasa)
45 ml de azúcar glas
60 ml de crème fraîche o nata agria
Ralladura de 1 naranja
Frutas frescas (al gusto)
Physalis (opcional)
Flores comestibles (opcional)
Preparación
Preparamos el caramelo:
Engrasa ligeramente con mantequilla la base y los laterales de la terrina rectangular Le Creuset.
En un cazo, mezcla el azúcar con el agua y calienta a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva. Luego, sube el fuego a medio-alto y cocina sin remover hasta que obtengas un caramelo de color ámbar (retira cuando esté aún claro, se oscurecerá un poco más en los siguientes segundos).
Vierte el caramelo caliente en la terrina y gírala con cuidado para cubrir el fondo y un poco de los lados. Deja enfriar mientras preparas la base del flan.
Para la base del flan (el crème, en la terrina):
Precalienta el horno a 150 °C y prepara un baño maría colocando un recipiente grande con agua en la bandeja del horno, a media altura del horno. Para el baño Maria, puedes usar una bandeja rectangular Heritage Le Creuset, en la que quepa la terrina.
En el mismo cazo donde hiciste el caramelo, calienta la leche junto con la vaina de vainilla y las semillas.
Lleva la mezcla a punto de ebullición mientras raspas los restos de caramelo que hayan quedado en el cazo. Retira del fuego y deja infusionar unos minutos.
Mientras tanto, bate los huevos con el azúcar glas en un bol grande hasta que la mezcla quede ligera y cremosa (unos 5 minutos).
Añade poco a poco la leche caliente a los huevos sin dejar de batir, para evitar que se cuajen.
Cuela la mezcla directamente sobre el molde con el caramelo para asegurarte de que quede suave y sin grumos.
Coloca la terrina en el baño maría. El agua debe cubrir aproximadamente la mitad del molde.
Hornea durante unos 50 minutos, o hasta que al insertar un cuchillo en el centro, este salga limpio.
Saca la terrina del horno, deja enfriar unos 30 minutos a temperatura ambiente y luego cúbrela con su tapa.
Refrigera al menos 4 horas o toda la noche para que tome consistencia.
A la hora de servir:
Monta la nata junto con el azúcar glas en un bol hasta que se formen picos suaves.
Añade la crème fraîche y la ralladura de naranja y bate hasta que la mezcla esté bien firme. Reserva en la nevera hasta el momento de servir.
Antes de servir, desmolda la terrina de crème caramel, corta en porciones y acompaña con la nata montada, frutas frescas y, si quieres, un toque de flores comestibles para un acabado elegante.
Un postre clásico que nunca falla, perfecto para lucirte con un toque francés en tu mesa.