Dispensador de jabón Penguin Umbra

Elegante y de lo más práctico, el Dispensador de jabón Penguin Umbra es el accesorio perfecto para añadir un toque original y simpático a tu baño o cocina. Con su diseño original en forma de pingüino y su acabado suave al tacto, este dispensador no solo es estéticamente encantador, sino también fácil de usar tanto para adultos como para niños.

Con una capacidad de 355 ml, el dispensador te permite disfrutar de menos recargas, ya que su tamaño está hecho para mantener el jabón durante más tiempo que otros dispensadores ¡y sin desperdiciar ni una gota! Además, tiene una ventana vertical estrecha en el cuerpo para que puedas ver de un vistazo cuanto jabón queda y rellenarlo cuando sea necesario. ¡Fácil y cómodo! Además, el dispensador es muy fácil de apretar y, gracias a su base ancha, se mantiene firme mientras lo usas, lo que lo hace aún más práctico y perfecto.

Fabricado con plástico reciclado y duradero, se trata de una opción ecológica y robusta para tu hogar. Es perfecto para usar tanto en el baño como en la cocina, con lo que podrás añadirle tanto jabón de manos como de platos. 

Características: 

• Diseño elegante y original en forma de pingüino. ¡Es simpático y divertido, pero a la vez muy elegante y sofisticado!
• Robusto y duradero.
• Medidas: 10 x 7 x 20 cm.
• Capacidad: 355 ml.
• Material: 65% ABS, 35% Poliestireno.
• Opción ecológica, fabricado con plástico reciclado.
• Ventana vertical para ver el nivel de jabón.
• Acabado suave al tacto y base amplia para mayor estabilidad.
• No apto para jabones espesos a base de gel o desinfectantes de manos.
• Fácil de usar, adecuado para adultos y niños.  

Por qué nos gusta el Dispensador de jabón Penguin Umbra

1. Su diseño elegante y original aporta un toque único a tu hogar.
2. La ventana vertical es ideal para saber cuándo es necesario rellenarlo.
3. Es fácil de usar por toda la familia, tanto por adultos como por niños.
4. Con su capacidad de 355 ml, reduce la frecuencia de recargas.
5. Perfecto para usar tanto en la cocina como en el baño. 

La historia de Umbra