Mandolino regolabile Microplane

Como todos los productos de Microplane, ya tengo unos cuantos, es una pieza indispensable para tener en la cocina. En un momento y sin grandes preparativos, por su tamaño cabe en cualquier cajón de la cocina o se puede colgar en cualquier sitio. Lo encuentro muy práctico para cortar en rodajas o en juliana cualquier verdura, tiene un corte impecable. Lo recomiendo por su calidad y practicidad.

Estoy encantada, y el servicio de Claudia &Julia, como siempre, perfecto. Gracias

Compré esta mandolina porque había comprado el rallador microplane de esta misma marca y me había parecido espectacular. Sin embargo he de decir que la mandolina no me ha gustado tanto.
Si bien es verdad que la cuchilla corta bien (de hecho me he cortado un par de veces) se desajusta constantemente y me resulta muy complicado cortar de forma seguida. De pendiendo de la verdura (si es más blanda tipo berenjena) se traba en los cortes.

Si pudiera, la cambiaba por otro modelo. He de reconocer que compro muchas cosas a través de la web y es la primera que me ha decepcionado.

Encuentro muy impreciso el ajuste de profundidad y lo peor es que al cortar el escalón que queda entre el final de la hoja metálica en el encuentro con el plástico hace que a cada corte se trabe y no vaya fluido siempre hay esa pequeña y molesta interrupción, no puedo comprender que en la pruebas de material no se haya corregido este error de diseño, en una mandolina japonesa tradicional el plano de corte es continuo solo interrumpido por la hoja de corte sin ninguna traba posterior al deslizamiento de lo que estemos cortando.

Si pudiese cambiarla lo haría, y compraría una mandolina japonesa tradicional que no cuesta mucho mas. No obstante, tengo muchos otros productos de microplane y me han ido muy bien durante años. también veo muy endeble el apoyo de plástico, no se como resistiría en el tiempo.

Siento mucho no poder recomendarla.

La uso bastante más de lo que pensaba, se limpia muy bien, se ajusta fácilmente, no abulta al guardarla. Los tomates y yo no nos llevamos demasiado bien y en general los cortes al final de las rodajas no son muy limpios, pero quizá sea falta de práctica. Eso sí, no desisto. No es una herramienta indispensable, pero facilita tremendamente la labor y anima a preparar y sobre todo repetir algunas recetas que, de otro modo, no haría. El servicio de entrega, si llega a ser más rápido, me llega antes de pedirlo.